Hace poco, en este blog de economía, hablábamos de la Luna. Hoy toca hablar del Sol. Es sabido que el exceso de sol es peligroso. La sobreexposición a la radiación ultravioleta (UV) puede causar cáncer de piel, envejecimiento prematuro de la piel y otros trastornos cutáneos; cataratas y otros daños a la vista, e inhibición del sistema inmunitario. Los niños son especialmente vulnerables debido, entre otras cosas, a que tienden a estar más tiempo al sol que los adultos.
Una de las mejores maneras de protegerse contra el sol es ponerse una camiseta. También te puedes poner una crema con un factor de protección solar (SPF, por sus siglas en ingles) de al menos 15. Otra medida interesante y no menos conocida es ponerse un gorro (especialmente recomendado para los que somos calvos) que ofrezca una buena protección contra el sol para los ojos, los oídos, la cara y la parte posterior del cuello. Tampoco hay que olvidarse de las gafas de sol.
La mayoría de las personas usan cremas de protección solar solamente sobre la piel que queda expuesta al sol. Sin embargo, algunos estudios médicos recientes muestran que es muy importante proteger también la piel que está debajo de la ropa. La ropa de verano, como las camisetas blancas de algodón, no protegen bien la piel de los rayos dañinos del sol. De hecho, algunos estudios recientes han demostrado que está aumentando la incidencia del cáncer de piel en ciertas partes del cuerpo que generalmente permanecen cubiertas con ropa o con el traje de baño.
Un artículo reciente de Tara Parker-Pope (Just How Much Protection Do Sun-Blocking Clothes Provide?) aparecido en The Wall Street Journal explica que el nivel de protección ofrecido por la ropa depende de varios factores. Una camiseta blanca de algodón, que son mis preferidas, tiene un SPF de entre 5 y 7. Si se moja, el SPF baja generalmente a menos de 3. Esto significa que si tu piel normalmente se comienza a quemar en cinco minutos sin protección, la piel bajo una camiseta blanca comenzaría a quemarse tras 15 a 35 minutos bajo el sol. E incluso si no se quema usando la camiseta, aún corre el riesgo de dañar su piel.
El artículo señala que el color de la tela, su construcción, el contenido de fibra, el tipo de tejido y factores como si la tela ha sido preparada especialmente para protegerse del sol sirven para determinar lo eficaz que es una prenda en bloquear los nocivos rayos UV. Los colores oscuros funcionan mejor; una camiseta de algodón verde, por ejemplo, protege casi un 50% más que una blanca. Sin embargo, incluso una camiseta de color oscuro tiene un FPS de apenas 10.
En definitiva aunque este verano uses ropa holgada es mejor que sea de tela oscura y tupida y no olvides que una de las mejores maneras de protegerse contra el sol es ponerte a la sombra. ¿Tendrá algo que ver todo esto con el efecto invernadero y el calentamiento de la tierra?
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