En este blog de economía no es la primera vez que escribimos sobre la fuerte dependencia tecnológica española del exterior. Hace poco publicamos y analizábamos la balanza de pagos tecnológica que recoge los ingresos y pagos de España en concepto de royalties. En otro post señalamos que los indicadores del sector de alta tecnología en el año 2005 no eran aceptables Hoy publicamos los datos de comercio exterior de bienes de equipo. Que también es un indicador que sirve para evaluar el nivel tecnológico de un país, y su relación con el resto del mundo. Ello se debe a que los bienes de equipo, como es sabido, incorporan, por su naturaleza, conocimientos tecnológicos.
El análisis de los datos de la balanza de pagos española señala que el comercio exterior de bienes de equipo es tradicionalmente bastante deficitario. Tanto las importaciones como las exportaciones de bienes de equipo crecieron de manera notable entre 1995 y 2000, manteniéndose las exportaciones constantes hasta 2003, mientras que las importaciones disminuyeron significativamente. En 2003, sin embargo, tanto las exportaciones como las importaciones iniciaron un repunte que ha continuado hasta 2006. Sin embargo, se sigue importando mucha más maquinaria de la que se exporta. Por tanto, los intercambios españoles de estos productos, que tienen una importante incorporación de tecnología, manifiestan una fuerte dependencia tecnológica del exterior, es decir, a España le falta de tecnología propia. También por esta vía parece confirmarse el déficit tecnológico español.
La tasa de cobertura de las exportaciones de bienes de equipo frente a las importaciones (exportaciones/importaciones y multiplicado por 100), que desgraciadamente venía disminuyendo desde 2002, creció un punto en 2006 y se sitúa en el 54%. Por grandes categorías de bienes de equipo la evolución de los ratios de cobertura entre 1995 y 2006 es similar para todas ellas, con una tendencia decreciente, excepto para material de transporte, cuya trayectoria presenta saltos de mayor magnitud, y para equipos de oficina y telecomunicación, donde la tendencia decreciente tiene una relevancia especial.
El gasto español en I+D, es del 1% del PIB, cuando el esfuerzo medio de los países de la OCDE se sitúa en el 2,5%. España sufre todavía, por tanto, un importante retraso tecnológico en comparación con los demás países de su entorno. Ciertamente en los dos últimos años se ha producido, en España, un aumento significativo de los gastos dedicados a I+D, por lo que es de esperar que a medio plazo se reduzcan estos saldos negativos de la balanza de pagos concepto de de bienes de equipo y siga subiendo la cobertura. Para ello hay que seguir mejorando las políticas en áreas relacionadas con las nuevas tecnologías, ya que buena parte de nuestros problemas actuales se deben a haber postergado las políticas necesarias. ¿Tú como lo ves?
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