Según informa hoy el Instituto Nacional de Estadística de España (INE), el Producto Interior Bruto (PIB) generado por la economía española en el primer trimestre de 2007 ha registrado un crecimiento del 4,1% con respecto al mismo período del año anterior. Se mantiene así la senda de crecimiento que se ha venido observando desde finales de 2003. La evolución de la economía española en este primer trimestre del año se contrapone al de la Unión Europea y al de la Unión Monetaria en su conjunto, que desaceleran su crecimiento hasta el 3,2% y 3,1%, respectivamente. Sin embargo, la economía europea, por su parte crece más que la de Estados Unidos que solo creció a un ritmo anual del 1,3 por ciento en el primer trimestre del año, el nivel más bajo en cuatro años.
¿Debería España preocuparse por el menor crecimiento de Estados Unidos, Japón y Europa? ¿Se debilitará también la economía española en 2007? Parece que la economía española seguirá siendo una de las más dinámicas de la Eurozona en 2007. En situación tan favorable son pocos los que se atreven a señalar que el “boom” de crecimiento y empleo podría terminar. Los políticos se complacen en la “benigna” situación actual sin dar importancia a los grandes desequilibrios. Mucho me temo que en el año 2008 la economía española sufrirá un fuerte ajuste. El mercado de la vivienda español va perdiendo fuerza paulatinamente. Presenta síntomas de enfriamiento como resultado, fundamentalmente, del encarecimiento del dinero. Las señales más claras del enfriamiento son el tono más contenido de los precios y del crédito hipotecario, así como el alargamiento de los plazos de comercialización de las nuevas promociones. Pero el ciclo no finalizará, este año, mientras continúe la creación de empleo. Sin embargo, pudiera ocurrir que el auge termine, en 2008, produciendo una contracción del consumo y un freno al crecimiento y el empleo ¿Se adelantarán las elecciones legislativas de 2008 para evitar que coincidan con dicho posible enfriamiento?
En cuanto a los datos de creación de empleo, que publica hoy el INE, resulta negativa la contracción del empleo en la industria (-0,3%). En cambio, tanto la construcción (8,3%) como las ramas de los servicios (3,6%) continúan siendo las actividades más intensas en crecimiento del empleo. El empleo está siendo el motor de nuestra economía. El fuerte incremento del empleo, un 3% anual (en el primer trimestre de este año) y un aumento de 555.000 ocupados en los últimos 12 meses genera más salarios, más renta y, por tanto, mayor demanda de consumo y de viviendas, lo que significa más producción de bienes de consumo y más construcción, es decir, más crecimiento económico y empleo (sobre todo inmigrante), lo que a su vez aumenta la renta, etc. Un círculo virtuoso que se basa en buena medida en el crecimiento del empleo en el sector de la construcción y los servicios. Pero ¿qué puede pasar si se frena el empleo o la construcción o el turismo? Por último y quizá lo más negativo del dato, publicado hoy, el crecimiento del gasto de las Administraciones Públicas se acelera hasta el 5,2%, tres décimas más que en el trimestre precedente ¿Tendrá que ver con que este año es año electoral?
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