Hay escasez de combustible en 3 países de América Latina: Argentina, Venezuela y en México. Son países productores, exportadores y con reservas de petróleo, pero donde la energía escasea y tienen que importar una buena parte de lo que consumen. Esta es la paradoja de estos 3 países productores de crudo que tienen en común insuficientes refinerías, una gasolina demasiado barata y bastante corrupción (según los indicadores de Transparencia Internacional).
Venezuela es el noveno productor mundial de petróleo y el sexto exportador. Pero también importa gasolina, por falta de capacidad de sus refinerías. Las cifras de producción son distintas según que la fuente sea Petróleos de Venezuela (PDVSA) o la OPEP. Pero la realidad es que Venezuela no se ha repuesto de la huelga de la industria del petróleo de finales de 2002 y principios de 2003, que intentó acabar con el gobierno de Chávez.
Pero Chávez ganó el pulso, y en represalia despidió a 18.000 huelguistas, entre ellos buena parte de los mandos, lo cual ha hecho que PDVSA tenga dificultades para desempeñar su misión.
Chávez decretó la nacionalización del sector el año pasado, lo cual ha hecho que reine la incertidumbre entre las compañías extranjeras que extraen petróleo. La falta de inversiones, la carencia de mandos y la corrupción contribuyen a que la producción no despegue. El precio equivalente a). El precio de la gasolina, 0,03 euros el litro, es muy llamativo si se lo compara con el de otros productos básicos; por ejemplo, el litro de leche cuesta al venezolano el equivalente de 0,75 euros y el litro de agua, 0,79.
En Argentina, pasa algo parecido y la presidenta (Cristina Fernández) ha decidido un plan de castigo a industrias y particulares si no disminuyen el consumo de energía. También promete Cristina restricciones a la iluminación de calles y edificios públicos y una limitación de oferta de gas natural comprimido para coches por un período de dos o tres meses. A estas medidas se suman el aumento del precio del gas exportado a Chile y cortes temporales en el suministro de gas y electricidad a la industria.
La mayoría de estas medidas ya fue implementada durante la administración de su marido el ex presidente, Néstor Kirchner, pero la gente sigue consumiendo igual que siempre porque los precios de los combustibles se mantienen bajos mientras los demás bienes ya han aumentado sus precios en 100%.
A México le falta eficiencia en el funcionamiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y también faltan recursos financieros para la petrolera estatal Pemex para refinar petróleo. En México el 20% del gas natural que consumen los mexicanos es importado y se prevé que llegue a 40% porque el país no cuenta con la energía suficiente para sostener su tasa de crecimiento. Ante esta realidad, el gran punto de conflicto es, por ahora, la intención de privatizar la estatal Pemex o permitir que PEMEX pueda hacer alianzas con empresas privadas para mejorar su financiación y su tecnología. Hay que considerar que la industria petrolera mexicana está en decadencia y la producción está cayendo y no se está haciendo nada para resolverlo.
El presidente Calderón ha puesto a la reforma energética como una de sus principales prioridades para este año. Pero los acontecimientos de las últimas semanas sugieren que las probabilidades de que la iniciativa sea aprobada son bajas. Mientras esta estrategia no se ponga en práctica, lo más probable es que Pemex acabe importando crudo para refinar y reemplazar así el porcentaje de reservas que no puede extraer porque no tiene capacidad tecnológica. PEMEX no cuenta con la tecnología suficiente para hacer trabajos de exploración en aguas profunda. Y como no se hacen las reformas la producción mexicana de petróleo ha caído constantemente tras alcanzar su techo de 3,4 millones de barriles diarios en 2003 y se estima que descenderá a 2,8 millones de barriles diarios para fines de este año. Si la tendencia continúa, México probablemente dejará de exportar petróleo dentro de siete años y no se debe olvidar que un 35% de los ingresos de divisas de México provienen de las exportaciones de crudo.
Por si sirve de consuelo (mal de muchos consuelo de tontos): Irán y Nigeria son también países que exportan petróleo, pero importan gasolina.
Fuente: Aceprensa y América Economía
Comentarios