La Reserva Federal de Estados Unidos bajó hoy los tipos de interés dejándolos en el 1%, su nivel más bajo de los últimos cuatro años. La razón hay que encontrarla en la dramática crisis financiera que padecemos y en la recesión económica que casi con toda seguridad araviesa. Además la FED ha dejado la puerta abierta a nuevas bajadas de tipos lo que podría situar el tipo de interés de EEUU cercano al cero por ciento.
Muchos analistas calculan que el PIB americano del tercer trimestre, que se conocerá mañana, mostrará un crecimiento negativo.
Otros bancos centrales del mundo, incluido el Banco Central Europeo (BCE) recortarán también sus tipos de interés, a medida que los trastornos que se están generando en el mercado financiero sigan frenando el crecimiento económico. En este sentido muchos analistas esperan que el BCE reduzca la semana que viene los tipos en medio punto porcentual y en diciembre otro medio punto, situandose a final de año en el 2,75%.
La caída espectacular en los precios de las materias primas y la posibilidad de una recesión mundial hacen prever una inflación contenida. La deflación es también una posibilidad y en este sentido la bajada de tipos tiene como objetivo no solo estimular el crecimiento sino también prevenir contra la amenaza de una deflación, es decir, de una caída generalizada de los precios. No se debe olvidar que la deflación es peor que la inflación.
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