La Organización Mundial de Comercio ha publicado los datos de exportaciones de los nueve primeros meses del 2016. Las exportaciones e importaciones han caído a nivel mundial por encima del 4%, situándose a niveles de hace 6 años, en plena crisis subprime.
Miles de firmas en el mundo se plantean el crecimiento esperado en el 2017 conviviendo con la guerra inacabada en Siria y sus efectos colaterales, humanos y de terrorismo; importantes incertidumbres con el nuevo gobierno norteamericano y un potencial avance de políticas proteccionistas; el parón del gigante asiático y una redefinición de su sistema económico ; los problemas de solvencia de los exportadores de materias primas, con especial hincapié en los exportadores de petróleo además de la recesión en la que se encuentra inmersa el gigante brasileño.
De los famosos BRICS que llenaban portadas hace menos de un lustro no hay que olvidar la situación de Rusia: Un barril de crudo en torno a los 55 USD ha provocado una caída de más del 23% en sus exportaciones cayendo casi 10 puestos desde principios del ejercicio. Y el conflicto con Ucrania se mantiene haciendo muy posible que se mantengan las sanciones europeas por lo menos durante los primeros meses del 2017.
Hace 12 meses ¿Quién iba a pensar que las exportaciones del Reino Unido caerían más de un 10% con una moneda devaluada un 8% respecto al EUR? Como escribía hace poco las políticas de depreciación sino viene acompañadas por medidas más amplias de desregulación tienen cada vez un papel más limitado para el impulso de las exportaciones de un país. En Japón no logran depreciar el JPY a pesar de sus medidas de política monetaria expansiva, al considerarse una país/moneda refugio, y el Reino Unido no logra reducir las incertidumbres que han generado el referéndum del brexit .
Este estudio de la OMC refleja cómo por un lado han bajado las exportaciones y por otro han caído las importaciones, por la menor liquidez de los países emergentes y los ajustes presupuestarios de las economías desarrolladas dónde las medidas que más se repiten son la reducción del déficit y ajuste fiscal. Lógicamente los vendedores reducen sus exportaciones porque los compradores demandan menos.
Unos actores que están destinados a desempeñar una labor muy importante en los próximos meses, para revertir esta situación, son el Fondo Monetario Internacional, los Bancos de Desarrollo locales o el Banco Mundial.
Se producirá un incremento de operaciones internacionales financiadas con fondos multilaterales. Hay una gran variedad de importantes países como Egipto o Mozambique que se encuentran renegociando sus deudas con, por ejemplo el FMI. El llegar a acuerdos en breve dará mayor tranquilidad a los inversores y reducirá las incertidumbres. El asegurar programas de financiación en países emergentes será un incentivo para exportadores en países desarrollados. Este mayor papel se dará tanto por su propia actividad como por el menor flujo de fondos desde China o Arabia Saudi, que como ya hemos citado tienen sus propios problemas internos.
En definitiva, a la vuelta de la esquina nos vamos a encontrar con otros 12 meses muy interesantes en los que debe convivir la aversión al riesgo como el incremento de las incertidumbres. Las crisis en la economía son como la serie de olas en el mar. Tienes la certeza que van a llegar. El reto es si surfear la ola o esperar a qué amaine
Feliz 2017
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