España ha realizado en los tres últimos años severos ajustes que han dado mayor competitividad a la economía, mediante una devaluación interna que han impulsado las exportaciones del país en más de un 30% desde el 2011. Es una referencia mundial en red de kilómetros instalados de tren de Alta Velocidad, el cuarto país mundial de potencia instalada de Energía Eólica, el 35% de todo el aceite producido en el mundo y el mayor en cuanto a superficie instalada de vino. Además de la mayor flota pesquera de Europa, duplicando a la segunda del Reino Unido y con el mayor número de empresas de infraestructuras ganadoras en licitaciones internacionales. Las agencias de rating y riesgo están paulatinamente incrementando la calificación del país, que sin embargo, sigue , después de las subidas, estando con un rating muy por debajo de Alemania, Reino Unido y Francia.
Una cuestión a tener en cuenta es cómo pesa, para los analistas internacionales la alta tasa de paro, todavía existente en el país. Para ponerlo en contexto, de los 65 países que actualiza semanalmente la publicación The Economist, sólo Grecia , Sudáfrica y España tienen una tasa de paro del 25%. O por poner otros ejemplos , en Francia Hollande se encuentra con serios problemas con un 10% o en Estados Unidos Obama vio como el mayor peligro a su reelección era una tasa del 6%.
¿Qué pasa en España? Cómo nos hemos acostumbrado a que tasas de desempleo, no vistas en países occidentales ni en la mayor parte del mundo, sean parte de los datos habituales que manejamos con el drama humano que supone , sumado al coste para el erario público y el tremendo impacto en el consumo.
A principios de 1990 había en España, censandos 300.000 extranjeros sobre una población de 38 Millones de habitante. En el lustro que va desde el 2000 al 2005, esta cifra se incremento en 3M y para el 2011 era cerca de 6M. España alcanzó una tasa de inmigración que cuadriplicaba la de Estados Unidos. Y la tasa de paro en el país, en el momento más álgido de la burbuja inmobiliaria (2006-2007) era superior al 8%. Es decir fue necesaria la llegada de millones de trabajadores no nacionales para ocupar puestos que no quería cubrir los locales y sin embargo la tasa no bajó del 8%. ¿Es posible un paro estructural cercano al 10% cuando se ha indicado que en países cercanos esto encendería todas las alarmas? ¿Es posible que la tasa real se más cercana al 18% que al 26%? Esto no dejaría de ser dramático pero para solucionar un problema que ya aparece, como anomalía, en las estadísticas mundiales se debería partir de una análisis correcto de la situación actual.
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