El pasado 27 de Marzo, los dos líderes más importantes del mundo se reunieron: El Papa Francisco y el Presidente Obama.
El primero se convirtió en arzobispo de Buenos Aires en 1998. El mismo año que la economía del país se estancó,
dejando a un quinto de la población desempleada y a la mitad en situación de pobreza. La
violencia y las protestas llegarían en el 2001 dejando 16 muertos. En el 2009, Obama se convirtió en Presidente de los Estados Unidos mientras una severa recesión dejaba a millones de norteamericanos sin empleo incrementando la tasa de desempleo hasta el 10%.
El encuentro entre el Presidente Obama y el Papa Francisco sirvió para reflexionar sobre los excesos del capitalismo y el incremento de las tasas de desigualdad.
A través de Twitter, Obama sostuvo: “Espero trabajar con su Santidad para promover en la paz, seguridad y dignidad para todos los seres humanos”
El presidente de Estados Unidos aseguró que aunque “no se está de acuerdo en todos los temas” sí que se dijo convencido de que “la suya es una voz que el mundo necesita oír”.
Un estudio de Harvard ha señalado que la movilidad social en los Estados Unidos ha permanecido sorprendentemente estable desde los años cincuenta. Argentina comenzó el año despertando fantasmas del 2001. Por lo tanto si deseamos salir de la crisis con una situación más justa a nivel mundial, los líderes y los ciudadanos de a pie todavía tienen mucho trabajo por delante
Feliz Semana Santa
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