Ayer conocimos la información de la balanza de pagos de España del primer cuatrimestre de este año, del detalle de la balanza de remesas del primer trimestre y del comportamiento del déficit del Estado. Son datos muy halagüeños y fáciles de encajar con la incipiente recuperación de la economía española. Confirman, además, el avance publicado la semana pasada, y del que dimos cuenta en esta página, del comportamiento del comercio exterior de mercancías.
En los cuatro primeros meses de este año, se prolongó el excelente comportamiento de la balanza por cuenta corriente: casi todas las balanzas contribuyen a este cierre de la brecha exterior de la economía, aunque destaca especialmente la comercial, gracias al aumento de las exportaciones y pese a la difícil coyuntura que atraviesan nuestros socios europeos. Durante los cuatro primeros meses de 2013, las exportaciones de bienes crecieron un 8,2% con respecto al mismo periodo del año pasado.
La balanza de servicios arroja un saldo positivo de 9.240 millones de euros, un 10% más que en el mismo periodo del año pasado. El componente de ingresos por turismo y viajes anota un crecimiento del 3%. A este buen registro del primer cuatrimestre se une el buen resultado del mes de mayo. Efectivamente, según el Instituto de Estudios Turísticos en mayo llegaron a España 5,8 millones de turistas, la cifra más alta en un mes de mayo desde que se registra la serie, con un aumento interanual del 7,4%. En los cinco primeros meses del año, el número de turistas muestra un incremento del 4%.
Por su parte las exportaciones de servicios no turísticos experimentaron, en los cuatro primeros meses del año, un incremento del 4% con respecto al mismo periodo de 2012. Aumentan sobre todo las exportaciones de servicios de comunicaciones, transporte, informáticos, seguros, profesionales y a la construcción.
Por tanto, el conjunto de las exportaciones de bienes y servicios sigue aumentando rápidamente. Esta mayor internacionalización de la economía española parece que ha venido para quedarse, al menos en el medio plazo, por lo que prevemos que el aumento de las exportaciones proseguirá a lo largo de 2013 y también en 2014.
Otros tres datos positivos publicados ayer fueron el aumento de la inversión directa exterior, la mejora de la balanza de remesas de trabajadores y el saldo fiscal del Estado. En el primer cuatrimestre de este año, España registró un crecimiento de la inversión extranjera directa de 12.000 millones de euros; supone un crecimiento del 42% con respecto al mismo periodo del año anterior de inversión productiva; es un indicador más de que nuestra economía mejora en credibilidad y es cada vez más competitiva.
REMESAS DE EMIGRANTES HACIA ESPAÑA
Otra partida que está favoreciendo la entrada de divisas y la financiación procedente del exterior de la economía española son los ingresos por remesas de emigrantes. Efectivamente, el Banco de España publicó ayer, con mucho retraso, que en el primer trimestre 2013 entraron remesas por valor de 1.420 millones de euros, un 2% más que en el trimestre anterior. Confirmando la tendencia de crecimiento de remesas que envían los trabajadores españoles residentes en el extranjero.
A estas entradas de remesas hay que añadir la fuerte caída que anotaron las salidas: 1.475 millones de euros. Esta cifra supone un 16% menos que el trimestre anterior en el que se remesaron 1.750 millones. Así las cosas, en el primer trimestre de 2013 la diferencia entre los ingresos y pagos en concepto de remesas de emigrantes arrojó un saldo negativo de 55 millones de euros, una sexta parte del déficit que se produjo en el cuarto trimestre del año pasado (354 millones). Se trata del nivel trimestral más bajo de los últimos diez años y apunta a que dentro de poco tiempo se llegará al equilibrio entre ingresos y pagos. La razón fundamental de esta tendencia es la emigración.
Precisamente, el INE informó esta semana que durante el año 2012 emigraron de España 476.748 personas (españoles y extranjeros). Supone esto un aumento del 16,5% con respecto al año 2011 (67.714 personas más). Desde el año 2011, España ha dejado de ser un país de inmigración para convertirse en uno de emigración. La buena noticia es que las remesas que envían y seguirán enviando los que emigran permitirán mejorar la financiación de la economía española. Es decir, los mayores ingresos y los menores pagos por remesas están facilitando la obtención del superávit en la balanza por cuenta corriente y reducen, por tanto, la posición deudora de España frente al resto del mundo.
REDUCCIÓN DE LOS DÉFICITS
En otro orden de cosas, el Ministerio de Hacienda publicó ayer que el Estado de enero a mayo de este año cerró con un déficit en términos de contabilidad nacional de 33.337 millones de euros, el 3,17% del PIB, que es menor que el registrado en el mismo período de 2012 que cerró con un déficit del 3,40% del PIB. La reducción de nuestro déficit con el exterior, unido a la reducción del déficit público, está favoreciendo, con alzas y bajas, la distensión en los mercados de deuda. Los datos del sector exterior y de la hacienda pública conocidos ayer reducen las dudas sobre la tendencia de fondo de nuestra economía: la economía está despegando, aunque sigue sometida a una serie de ajustes que le impiden alcanzar el crecimiento suficiente para crear empleo duradero a largo plazo.
Estos datos están en línea con otro indicador publicado también esta semana, que muestran un mejor tono de la demanda interna durante este segundo trimestre: el Índice del Comercio Minorista del mes de mayo, eliminando tanto el efecto de calendario como la estacionalidad, aumenta el 1,3% con respecto a abril.
Por último, no está de más recordar que detrás del aumento de las exportaciones de bienes y servicios están las historias de miles de empresas, grandes, medianas y pequeñas, que están protagonizando el más intenso de los procesos de internacionalización de toda nuestra historia. Se trata de unas 200.000 empresas (un 50% más que antes de la crisis) capaces de competir en un mercado global y lograr crecimientos en nuestras exportaciones que pocos países de nuestro entorno pueden igualar. Todavía es pronto para saber si este aumento de vocación exportadora de las empresas españolas se consolidará en el futuro. Mientras tanto, el papel del Gobierno es desarrollar un modelo eficaz de diplomacia económica que apoye la internacionalización de nuestras empresas.
Fuente: Rafael Pampillón Olmedo. “Excelente comportamiento del sector exterior español”. Expansión. 29 de junio de 2013.
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