Un dato curioso sobre Japón es que han tenido 17 primeros ministros desde 1990. Supone un cambio cada 13 meses. Y en un efecto similar a Italia dónde Berlusconi parece que lleva toda la vida en el escenario político, el público todavía recuerda al “Rey León” Junichiro Koizumi que sirvió en el cargo durante un poco más de cinco años en el periodo 2001-2006.
Con este dato, recalculando supone un nuevo primer ministro cada 8 meses en las dos últimas décadas. ¿Y quién sucedió a Koizumi en el 2006? Ni más ni menos que Shinzò Abe. Estuvo sólo un año en el cargo y tuvo que dimitir del cargo por su mala salud y alta tasa de impopularidad.
Un momento ¿No se llama el actual primer ministro de Japón Shinzò Abe? Efectivamente, desde el 26 de diciembre del 2012 ha vuelto a su antiguo cargo y en este segundo mandato en menos de siete años ha logrado definir una nueva política económica: ABECONOMICS.
Abe es un ferviente nacionalista que está decidido en sacar a la economía Japonesa del letargo que lleva desde principios de la década de los noventa: Reactivar el Consumo e impulsar la balanza comercial, actualmente deficitaria, de un país tradicionalmente exportador. Las ABECONOMICS giran en torno a crear una estratega nacional de crecimiento. El Banco de Japón se ha fijado un objetivo de inflación del 2% (en la actualidad es de +/- 0); y para lograrlo está desarrollando una política monetaria expansiva que persigue dos objetivos: depreciar el yen y empujar al alza los precios. Otras medidas que se están desarrollando son liberalizar el monopolio eléctrico del país y mejorar las carreras profesionales para las mujeres, en un país tremendamente tradicional.
¿Tendrán éxito las ABECONOMICs?
Japón es un país con un déficit gubernamental en torno al 10%, un porcentaje de la deuda que supera el 200% del PIB del país y sin embargo nadie habla de una posible insolvencia del país. En el viejo continente, déficits del 6% y deuda que supera el 80% encienden todas las alarmas
¿Por qué es diferente el país del sol naciente?
Dos puntos son fundamentales para entender las citadas cifras: Japón una muy alta tasa de ahorro, en torno al 23% del PIB y el 90% de la deuda está en manos de los ciudadanos nipones. Los japoneses ahorran y confían en su gobierno que paga tasas de rentabilidad de sólo un 1% en bonos a 10 años. Teniendo asegurado el gobierno nipón la financiación ( a través de su ciudadanos ) el principal punto a seguir es el crecimiento y tras dos décadas de crecimiento insignificante parece que los pasos tomados van por el buen camino.
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