Según informó hoy el INE, el gasto español en Investigación y Desarrollo (I+D) registró en el año 2011 un descenso del 2,8% respecto al año 2010. En el año 2010 el gasto en I+D fue de 14.588 millones de euros (1,39% del PIB), en cambio en 2011 ese gasto fue de 14.184 millones por lo que el gasto en I+D como porcentaje del PIB se redujo situándose en el 1,33% del PIB.
Desgraciadamente, como consecuencia de la crisis, el gasto empresarial en I+D experimentó una disminución del 1,5% con respecto a 2010. La Administración Pública, que no incluye el sector de Enseñanza Superior disminuyó el gasto en I+D en 5,7% con respecto a 2010 y las universidades, también disminuye el gasto pero menos un 2,9%.
Sectores de ejecución del gasto en I+D
Por sectores de ejecución, en 2011 el sector Empresas representó el mayor porcentaje sobre el gasto total en I+D, con un 52,1% (lo que equivale al 0,70% del PIB). Le siguió en importancia el sector Enseñanza Superior, con un 28,2% del gasto total (el 0,38% del PIB). Por su parte, el gasto en I+D del sector Administración Pública supuso el 19,5% del gasto total (un 0,26% del PIB). El 0,2% restante correspondió al sector Instituciones Privadas Sin Fines de Lucro (IPSFL).
Las cifras más recientes de la OCDE apuntan a que nuestro país invierte en investigación y desarrollo mucho menos, como porcentaje del PIB, que el resto de las principales economías de la Unión Europea, Japón y Estados Unidos.
En países más avanzados el porcentaje de la inversión privada respecto al total es mucho mayor. En Estados Unidos representa el 67%, en Japón, el 77% y en Alemania, 68%. La media de la OCDE se sitúa en el 65% y la de la UE, en el 56%.
La baja proporción que representa la inversión privada en I+D sobre el total pone de relevancia el retraso del tejido productivo de nuestro país. Las empresas alemanas, francesas, japonesas, británicas y estadounidenses son las verdaderas protagonistas del gasto en I+D. Sin embargo, las españolas y las italianas comparten esa responsabilidad casi a partes iguales con el Estado. Afortunadamente los datos de 2011 muestran que aumenta la proporción del gasto privado y disminuye el gasto público.
Política tecnológica
Por eso y como venimos señalando, desde hace más de 5 años en este blog, España necesita hacer un esfuerzo mayor en investigación en el sector empresarial, lo que se traduciría en un mayor nivel tecnológico. El fenómeno de la globalización y de la crisis económica impone el necesario incremento de la competitividad y el constante reto de la innovación tecnológica. Y como el sector público realiza casi la mitad del gasto en I+D una de las políticas que se debe seguir en España es incrementar la vinculación de las empresas con la investigación que se realiza en los centros público dedicados a actividades de I+D. No se debe olvidar que ese 47,9% de la investigación que se realiza en España la realiza el Sector Público, con el dinero de todos los españoles.
De ahí que una de las misiones del sistema investigador público debe ser la de proporcionar al aparato productivo la tecnología que necesita, favoreciendo, especialmente, el suministro de innovación a la pequeña y mediana empresa española. En este sentido, se debe procurar que los organismos públicos de investigación se fijen como objetivo contribuir al desarrollo económico del país y ser centros de excelencia investigadora conectados a las necesidades del sector privado, capaces, por tanto, de preguntarse y de dar respuesta a las necesidades del mercado. No hay que olvidar que el objetivo de la política científica y tecnológica es el crecimiento económico y, por tanto, del empleo de alta productividad que es el duradero a largo plazo.
Por tanto, en 2011 en España se han invertido en I+D 404 millones de euros menos que en 2010.
Es la primera vez, en los últimos 12 años, que se reduce el gasto en I+D como porcentaje del PIB (ver cuadro).
Gasto en I+D como % del PIB (3ª columna)
Año | PIB (a precios de mercado) | Gastos en I+D/PIB |
1981 | 17.045 | 0,43 |
1982 | 19.723 | 0,49 |
1983 | 22.532 | 0,48 |
1984 | 25.520 | 0,5 |
1985 | 28.201 | 0,55 |
1986 | 32.324 | 0,61 |
1987 | 36.144 | 0,64 |
1988 | 40.159 | 0,72 |
1989 | 45.044 | 0,75 |
1990 | 50.145 | 0,85 |
1991 | 54.927 | 0,87 |
1992 | 59.105 | 0,91 |
1993 | 60.953 | 0,91 |
1994 | 64.812 | 0,85 |
1995 | 437.787 | 0,81 |
1996 | 464.251 | 0,83 |
1997 | 494.140 | 0,82 |
1998 | 527.975 | 0,89 |
1999 | 565.419 | 0,88 |
2000 | 610.541 | 0,94 |
2000 (*) | 630.263 | 0,91 |
2001 | 680.678 | 0,91 |
2001(*) | 680.678 | 0,95 |
2002 | 729.206 | 0,99 |
2003 | 782.929 | 1,05 |
2004 | 841.042 | 1,06 |
2005 | 908.792 | 1,12 |
2006 | 984.284 | 1,2 |
2007 | 1.053.537 | 1,27 |
2008 | 1.088.124 | 1,35 |
2009 | 1.053.914 | 1,38 |
2009 | 1.047.831 | 1,39 |
2010 | 1.051.342 | 1,39 |
2011 | 1.073.383 | 1,33 |
Fuente: Instituto Nacional de Estadística
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