Según la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada ayer, la tasa de desempleo en el primer trimestre del año volvió a aumentar situándose en el 24,4% de la Población Activa tres puntos más que hace un año. Es la tasa de paro más alta de la historia de España si exceptuamos el primer trimestre de 1994 en que se alcanzó el 24,6%. En el gráfico adjunto la linea amarilla muestra el espectacular aumento de la tasa de paro en los últimos años (eje de la derecha).
En este primer trimestre de 2012 el número de parados superó los 5,6 millones de personas.
Destrucción de empleo
A esta mala noticia se une otra todavía peor: La economía española destruyó en el trimestre más de 374.000 puestos de trabajo. Se trata de otra cifra record si se exceptúan el cuarto trimestre de 2008 y el primer trimestre de 2009. En cuatro años se ha producido una reducción de más de 3 millones de empleos. Por tanto, junto con el elevado nivel de paro, lo más preocupante de la EPA, publicada ayer, es que continúa la pérdida de empleo.
En los tres primeros meses de 2012 la ocupación cayó un 2,1%. En términos anuales el empleo perdido asciende a 718.500, de forma que se acelera la tasa interanual de destrucción de empleo hasta el 4% (ver la tendencia interanual en el cuadro linea negra y que se refiere al eje de la izquierda). La ocupación total se sitúa en 17,433 millones, el menor nivel de empleo desde el 2º trimestre de 2003.
Aumentan los desanimados
La EPA confirma también la tendencia iniciada en el tercer trimestre de 2010: descenso del número de activos, es decir, hay menos personas que buscan trabajo. Aumenta el número de personas que se desaniman y buscan otras alternativas como pueden ser:
1) Establecerse en la economía sumergida. La diferencia entre ocupados de la EPA (17,4 millones) y los afiliados a la Seguridad Social (16,9), medio millón de personas, es una muestra más del empleo sumergido. Como complemento del magnífico análisis que hizo ayer Valentín me gustaría constatar que el aumento del desempleo en el primer trimestre del año 365.900 personas es peor que aumento de los parado registrados en las Oficinas de Empleo (330.000 también en el primer trimestre).
2) Replegarse en los hogares para hacer tareas domésticas y producciones de autosuficiencia para el autoconsumo.
3) Si son extranjeros volver a su país de origen; así la EPA publicada ayer, confirma, la tendencia iniciada en el tercer trimestre de 2009 de descenso lento pero constante de población inmigrante ubicada en España. Más de 26.000 en el primer trimestre.
4) Si son españoles, abandonar el país para trabajar en el extranjero. En el último año el número de personas con nacionalidad española que residían en el extranjero tuvo un incremento del 6.7% (114.057 personas).
5) Formarse mejor para adaptarse a las nuevas demandas del mercado laboral.
Paro juvenil
Es evidente que la gente joven tiene más facilidad tanto para formarse como para emigrar. Por eso, es muy preocupante el elevado paro juvenil que vuelve a aumentar y que supera por primera vez el 52%. Se trata de más de 921.800 jóvenes, entre 16 y 24 años que quieren trabajar y no encuentran trabajo. A esto se une otros dos datos: una caída en el primer trimestre de más de 111.000 ocupados en el colectivo de edad de 25 a 29 años y otra de 74.400 en los que tienen entre 30 y 34. En una perspectiva de cinco años la comparación es mucho peor. En 2007, España ocupaba a 5 millones de personas entre los 16 y 29 años y en el primer trimestre de 2011 la ocupación era solamente de 2,64 millones; se ha producido, por tanto, una caída de 2,36 millones. Destrucción de empleo juvenil, que es el resultado de la explosiva combinación de sistema educativo ineficiente, falta de libertad en la negociación colectiva, salario mínimo alto, al menos para los jóvenes y elevadas cotizaciones a la Seguridad Social.
Paro inmigrante
La destrucción de empleo y de población activa no solo afecta a los jóvenes sino también a la población extranjera, sobre todo a la que trabajaba en el sector de la construcción. Los ocupados extranjeros han disminuido en los tres últimos años en más de 750.000 personas y en el primer trimestre de 2012 la destrucción de empleo inmigrante aumentó en 87.000 puestos de trabajo; cantidad equivalente a la destrucción de empleo en el sector de la construcción (90.000) durante el trimestre. La tasa de paro inmigrante alcanzó, además, su máximo histórico situándose en el 37% de la población activa extranjera. En este contexto resulta curioso observar como siguen aumentando las remesas que se envían desde España. Las remesas enviadas deberían haberse reducido tanto por la reducción de la población inmigrante, como por la caída de la ocupación, así como por el aumento del número de parados. Sin embargo, aumentaron porque sube el empleo inmigrante en la economía informal.
La salida de la crisis
En resumen, en el primer trimestre la economía española continuó perdiendo empleo y lo hizo con mayor intensidad, lo que indica que al menos en el mercado de trabajo todavía no se aprecian signos de recuperación. Seguimos siendo golpeados por una crisis muy grave que vive uno de los momentos más difíciles de su existencia. La EPA, publicada ayer, confirma también que durante el primer trimestre el PIB de la economía española se volvió a contraer. Y para poner a la economía otra vez en la senda del crecimiento y alcanzar en 2014 el PIB potencial es importante profundizar todavía más en las reformas, también en la del gasto público de las Comunidades Autónomas y Municipios.
Hay signos de recuperación: aumento de las exportaciones de bienes y servicios, mantenimiento de la cuota en las exportaciones mundiales (mientras que Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Francia o Alemania pierden), mejora de la productividad y de la balanza tecnológica e incremento en la creación de empresas. Así, y según la EPA, durante el primer trimestre del año se ha producido un aumento neto de 46.300 trabajadores autónomos, 6.300 de ellos daban empleo a otras personas. Se nota, por tanto, una mejora de la competitividad que se produce y debería seguir produciéndose en el futuro por la reducción de los costes internos. En este sentido, desde 2008 los costes laborales unitarios se han reducido un 7%, en contraste con los aumentos registrados en Alemania, Francia, Italia o Irlanda.
Mientras tanto es indispensable: a) insistir en que los bancos de una sola vez limpien sus balances siguiendo las instrucciones que marca la Reforma Guindos, se conseguirá con ello la recuperación del crédito y el crecimiento económico, b) tener un gobierno fuerte capaz de seguir aplicando una política económica que genere a medio plazo la recuperación de los sectores más competitivos y creadores de empleo duradero. Con ello se conseguirá devolver la confianza a los inversores: activo fundamental para salir de la crisis.
Fuente: Rafael Pampillón. “5,6 millones de personas“. Expansión. 28 de abril de 2012
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