WP_Post Object ( [ID] => 6011 [post_author] => 115 [post_date] => 2009-12-25 05:22:37 [post_date_gmt] => 2009-12-25 04:22:37 [post_content] => Ayer fue Nochebuena y hoy es Navidad así que te voy a resumir una pequeña obra de teatro (Barioná, el Hijo del Trueno) escrita por el existencialista Jean-Paul Sartre, en la navidad de 1940, cuando estaba en el campo de concentración nazi de Treveris (Alemania). El protagonista de esta historia navideña es Barioná jefe de un pueblo de Judea durante la época de Jesucristo. El pueblo que gobernaba Barioná se fue empobreciendo y despoblando, debido a la explotación de los romanos. La pérdida de renta de dicho pueblo también se debía a su proximidad a la ciudad de Belén, un centro cultural y económico floreciente de la zona que absorbía mano de obra barata procedente de los pueblos cercanos. La explotación de Roma Como todas las poblaciones colonizadas el pueblo donde vivía Barioná pagaba impuestos a Roma, a la vez que sus pobladores envejecían y se desesperanzaban. Envejecían entre otros motivos porque los más jóvenes emigraban a Belén. Barioná era de los pocos jóvenes que se habían negado emigrar y a convertirse en trabajador de la industria y del comercio vecino, y ejercía su autoridad resignado y sin el aliento que en otra época animó su liderazgo. Cuando Roma, por los gastos de la guerra que demandaba su expansión, les exigió pagar más impuestos, Barioná, en contra del parecer temeroso de su pueblo, se negó a ahondar en la miseria de sus vidas, y haciendo uso de su antigua vehemencia, propuso retar al romano explotador. El razonable argumento de los más ancianos, pudo convencer a Barioná para que cambiara de opinión así que el pueblo optó por pagar más impuestos y evitar así el sufrimiento de las mujeres y el castigo a la comunidad. Pero, su decisión fue pagar sólo una vez: la última vez. El pueblo se revela contra Roma Pero como suele ocurrir los explotadores, en este caso los romanos, son insaciables y vuelven a la carga pidiendo más impuestos. Como contestación Barioná ordena detener la procreación. De esta manera, Roma dejaría de alimentarse del pueblo para agrandar su ejército y de su esforzado trabajo para mantener el imperio. Ningún nacimiento sería ya una esperanza. Los vivos consumarían sus vidas en la miseria con el único horizonte de la muerte. Así se debilitaría el colonizador y la liberación del pueblo sería su exterminio. El nacimiento del Salvador La historia sigue… es un obra corta de 90 páginas. Quizá el momento más emocionante es la llegada al pueblo de unos pastores anunciando que el Salvador acababa de nacer en un establo de Belén. Con el nacimiento de aquel niño renacía la esperanza… pero Barioná sostenía su dignidad afirmando su desesperanza, y por eso rechazó frontalmente el anuncio del Salvador, aunque los Magos de Oriente, que pasaban por el lugar, le confirmaran el anuncio. Sara, su mujer, y el pueblo le abandonaron, y todos partieron a Belén a adorar al Niño recién nacido. Entonces Barioná también quiso ir pero en solitario y por un camino distinto, para que no le vieran. Como puedes imaginar querido lector nuestro protagonista, el tal Barioná, al final se convierte al optimismo y a la esperanza. No solo se convierte si no que cuando las tropas de Herodes se acercaban a Belén para exterminar a los niños, entre ellos al Salvador, Barioná mandó cubrir el ataque de los soldados de Herodes para que Jesús, María y José pudieran escapar por el camino de las montañas hasta Hebrón. Moraleja Sabes amigo lector que en este mundo que nos ha tocado vivir hay abusos de poder. Que los que gobiernan pueden aprobar leyes injustas y pueden cobrar impuestos desproporcionados. Pero que también hay esperanza y que hay gente como Barioná que actúa frente a la injusticia y al final recibe su recompensa. Te deseo una muy feliz Navidad y estoy seguro que 2010 será mucho más prospero que este año que termina. Un abrazo. Rafa Fuente: Jean-Paul Sartre Barioná, el Hijo del Trueno. Misterio de Navidad. Vozdepapel, Madrid, 2004. [post_title] => Barioná, el Hijo del Trueno (Feliz Navidad) [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => bariona-el-hijo-del-trueno-feliz-navidad [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2009-12-25 10:33:35 [post_modified_gmt] => 2009-12-25 09:33:35 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=6011 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 2 [filter] => raw )
Ayer fue Nochebuena y hoy es Navidad así que te voy a resumir una pequeña obra de teatro (Barioná, el Hijo del Trueno) escrita por el existencialista Jean-Paul Sartre, en la navidad de 1940, cuando estaba en el campo de concentración nazi de Treveris (Alemania). El protagonista de esta historia navideña es Barioná jefe de un pueblo de Judea durante la época de Jesucristo. El pueblo que gobernaba Barioná se fue empobreciendo y despoblando, debido a la explotación de los romanos. La pérdida de renta de dicho pueblo también se debía a su proximidad a la ciudad de Belén, un centro cultural y económico floreciente de la zona que absorbía mano de obra barata procedente de los pueblos cercanos. Seguir leyendo…
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