Unos amigos que pertenecen a un grupo preocupado por el desarrollo del Tercer Mundo y que se denomina Foro Liderazgo para el Desarrollo me han invitado a que les dé una charla sobre: “Crisis de 1929 versus crisis 2008: ¿Estamos tropezando dos veces en la misma piedra?”. ¿Qué les voy a contar? Lo que ya sabe el lector que lo largo de los últimos 150 años se ha ido produciendo diversos ciclos económicos con sus fases expansivas y contractivas. Estados Unidos (EEUU), sufre ahora una fase contractiva profunda: la crisis económica más grave desde la Gran Depresión de los años 30. Al igual que entonces se están desplomando las bolsas, aumenta el desempleo y hay escasez de liquidez cuyo máximo exponente es la poca capacidad de los bancos para prestar dinero a las empresas. En los años 30 se alcanzó un nivel de desempleo del 25%. Aquella crisis se superó y a pesar de los problemas generados por la Segunda Guerra Mundial, EEUU ha tenido una economía que ha crecido de forma estable y sin grandes sobresaltos. La renta per capita de EEUU ha crecido casi un 2% medio anual desde 1868 a 2008.
Origen de la crisis
La crisis actual que está enfrentando Estados Unidos y el mundo es una Crisis Financiera que, como es sabido, se inició en el año 2006, con el estallido de la burbuja inmobiliaria. Este estallido tuvo origen en los años 2000 y 2001 cuando una política excesivamente relajada permitió a muchas economías domésticas sin recursos invertir en inmuebles. Tras el atentado del 11 de septiembre, hubo inestabilidad económica internacional, La Reserva Federal bajó los tipos de interés, hasta el 1%, por lo que los bancos nadaron en liquidez permitiéndose prestar cualquier cantidad de dinero a tipos de intereses “superbajos”. Esto se hizo con el objetivo de reactivar el consumo y la producción. Las personas interesadas en adquirir inmuebles, se aprovecharon de esta reducción de tipos para comprarlos. Esto produjo una mayor liquidez en los mercados, y una mayor oferta de casas de las empresas inmobiliarias. Para aumentar la oferta las inmobiliarias solicitaron grandes volúmenes de préstamos a bancos de inversión para construir casas y satisfacer la elevada demanda.
La crisis
El rápido incremento de la liquidez y del crédito provocó un aumento significativo de la inflación. Ante esta situación, en 2005, la Reserva Federal de los EEUU comenzó a subir los tipos de interés, con el objetivo de controlar la inflación. Los intereses subieron desde el 1% hasta el 5.25%. Esta política monetaria restrictiva generó una considerable reducción de la demanda de inmuebles y, como consecuencia, empezaron a descender los precios de los inmuebles. Con tipos de interés elevados, las personas que habían adquirido inmuebles a crédito dejaron de pagar sus hipotecas y en el mercado se redujo drásticamente la demanda de inmuebles. Hubo un exceso de oferta de inmuebles y una reducción de los precios en los mismos. Las compañías inmobiliarias dejaron de percibir los ingresos que habían previsto, por lo que muchos de sus inmuebles no fueron vendidos o fueron vendidos a precios más bajos. Ante el incumplimiento del pago de hipotecas y el bajo ingreso de compañías inmobiliarias, las entidades hipotecarias y los bancos de inversiones comenzaron a reducir el crédito. Efectivamente, los bancos redujeron los préstamos, lo cual provocó una reducción en la actividad económica. Esta desaceleración económica provocó la quiebra de grandes bancos de inversiones, afectando la economía de Estados Unidos y de los demás países. Como los bancos tienen problemas muchas personas han perdido su confianza en los mismos.
Comparación con la Gran Depresión
Hace poco escribí en este blog “¿Vamos camino de otra Gran Depresión?” allí explicaba los grandes errores de política económica que se cometieron y como ahora se están aplicando políticas económicas diferentes. Pero la Gran Depresión de los años 30 tiene cosas en común con la actual crisis: 1) la quiebra de bancos por la falta de liquidez financiera 2) la baja actividad económica, 3) el alto nivel de desempleo, 4) deflación y 5) el cambio de un gobierno republicano por otro demócrata.
¿Se pueden adoptar las medidas tomadas por Roosevelt durante la Gran Depresión en la actual crisis económica y financiera?
Pues es lo que, en parte, ha propuesto el G-20, concretamente: a) Una política monetaria expansiva bajando los tipos de interés, reduciendo el coeficiente de caja y comprando deuda pública a través de operaciones de mercado abierto. b) Una política fiscal orientada a la reducción de impuestos o incremento del gasto puede incrementar la demanda agregada y detener el círculo vicioso. c) La reconstrucción del sector financiero que permita a las entidades bancarias fortalecer su liquidez y dar facilidades de préstamo y d) Evitar el proteccionismo comercial.
Muchas de estas medidas ya han sido adoptadas por Estados Unidos y han ayudado a que la economía no siga deteriorándose. Estas medidas, de igual forma, pueden ser aplicables en otros países. Si estas medidas continúan siendo adoptadas y ejecutadas de forma correcta, la recesión económica podrá finalizar a principios del año 2010.
Fuente: Ilian Mihov; “Keeping the global economy afloat” Financial Times.
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