Desde principios del siglo XX, el petróleo ha sido el principal carburante de las economías occidentales. El uso del carbón ya estaba muy extendido pero el petróleo resultó ser mucho más eficiente y con mucho menor impacto medioambiental.
Hasta el final de la segunda guerra mundial el principal productor del mundo fue Estados Unidos. Por ejemplo, Standard Oil Company of New Jersey que luego se convirtió en la Exxon se había constituido en 1870 entre otros por John D. Rockefeller. La cuestión es que la demanda norteamericana superaba a su oferta con lo que el país empezó a importar masivamente desde el exterior, principalmente de Oriente Medio. Hasta la década de los 70 el suministro de combustibles fósiles y petróleo parecía ilimitado. Esto cambió radicalmente con la escalada en el precio de un 400% que decidieron algunos países de la OPEP tras la guerra árabe israelí de Octubre de 1973. Los incrementos de 1973-74 y posteriormente en 1979-80 (por la guerra Irán-Irak) hicieron ver a muchos países lo tremendamente dependientes que eran del petróleo. Si alguien se ha preguntado de dónde viene el límite de velocidad de 55 millas en los Estados Unidos es fruto de una de las muchas medidas que la administración Carter trato de implementar en 1977, estando como se ve algunas en vigor 42 años después.
Los 80 y los 90 trajeron ocho años de la citada guerra Irán –Irak y la primera guerra del golfo. Esta duro muy poco y con un impacto de poca duración sobre el oro negro, pero lo que si trajo este conflicto bélico es que la mayor parte de los empresas petrolíferas se pusieran a invertir de forma masiva en países no OPEP (Canadá, Brasil, México, Omán o Reino Unido) para evitarse futuros boicots o situaciones de escasez.
La llegada del siglo XXI trajo un mercado del petróleo altamente inestable por la creciente demanda de países emergentes como los BRICS. El 11S trajo la invasión de Afganistán y la segunda guerra del golfo con incrementos puntuales del precio del crudo, interrumpidos por aumentos de producción, principalmente de Arabia Saudí. El deseo de aumento de uso de la energía nuclear se ha reducido principalmente a Rusia y China con un consumo mundial que está a niveles de principios de siglo.
En la actualidad la principal potencia económica del mundo tiene un objetivo de consumo en energías renovables que deberían alcanzar el 20% del total para el año que viene. La otra cara de la moneda es que en la última década se ha incrementado exponencialmente la producción del llamado shale gas o pizarra mediante el fracking que ha abaratado enormemente la extracción de gas y petróleo slot thailand con unas técnicas muy invasivas en el medioambiente. Desde hace años grandes estudiosos de las materias primas han puesto el dedo en un posible hecho futurible como que las reservas de crudo se acaben en un momento dado. Todavía no ha llegado pero en un mundo en el que la movilidad eléctrica se está implantando cada vez más , quizás colectivamente no estamos preparando para un futuro no muy lejano.
Comentarios