Desde el año 2010, en China se está produciendo un cambio en la política económica: apoyar más el consumo interno para lo cual se ha venido apreciando el yuan para aumentar las importaciones y reducir las exportaciones.
En definitiva, el gobierno chino ha venido apreciando el yuan lo que ha permitido abaratar las importaciones chinas, aumentando el consumo y mejorando así el nivel de vida de su población. En este sentido, el aparato productivo chino ha ido reemplazando poco a poco la producción volcada y dedicada a las exportaciones, como motor de su crecimiento económico, por producción dirigida a satisfacer la demanda interna. También pretende reducir la inversión para que queden más recursos para el consumo. En definitiva, poner más énfasis en garantizar y mejorar el bienestar de la población para promover la igualdad y justicia social.
Una economía china propulsada por el consumo, gracias a la creciente clase media, está teniendo un menor crecimiento pero está menos expuesta a los ciclos de auge y contracción y a las crisis internacionales, un cambio que para muchos merece la pena. La consecuencia ha sido la reducción de sus recientes tasas de expansión ya que la demanda de sus exportaciones no crece tan robustamente como en el pasado.
Aunque el ritmo de la actividad se ha moderado por lo que cada vez es mayor la preocupación acerca del impacto de la desaceleración global sobre China.
El PIB de China crecerá a su ritmo más bajo de los últimos años. Según The Economist es bastante probable que en 2014 pueda alcanzar un crecimiento medio del 7,2%. Esta desaceleración económica generará un alza del desempleo y quiebras de empresas, agravando las tensiones sociales que ya son altas.
El tipo de cambio
En china el tipo de cambio del yuan es una mezcla extraña de tipo de cambio fijo y flotación sucia, en cualquier caso, la cotización del yuan es controlada por el gobierno chino. Como consecuencia es una de las monedas menos volátiles del mundo si se consideran economías de gran tamaño. El yuan es cada vez más importante en el comercio internacional sin embargo, todavía no es libremente convertible. El banco central fija el valor, permitiendo que el yuan fluctúe dentro de unas bandas del +/- 2% frente al dólar.
En lo que va de año 2014, el Banco Popular de China está provocando una depreciación de la divisa del país comprando dólares e incrementando la base monetaria. Esta política ha situado al yuan a su nivel más depreciado en siete meses y supone un cambio en la estrategia del banco central respecto a la que se venía produciendo desde hace años de apreciación lenta del yuan. Conviene recordar que desde 2005 y hasta finales 2013 se había producido una apreciación del 36%.
Con la nueva política de depreciación de la moneda, comenzada hace unos meses, el banco central ha conseguido neutralizar la entrada de divisas de origen especulativo que apostaban por una continua apreciación del yuan.
Al provocar la depreciación del yuan, el Banco Popular de China no solo trata de disuadir a los especuladores sino que también se apoya a los exportadores del país.
El yuan de China ha vuelto a depreciarse hoy viernes alcanzando 6,2374 unidades por dólar, su nivel más depreciado desde el 25 de febrero del 2013.
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