WP_Post Object ( [ID] => 20025 [post_author] => 1063 [post_date] => 2014-02-21 15:43:41 [post_date_gmt] => 2014-02-21 14:43:41 [post_content] => Portugal se enfrenta el próximo 17 de mayo al fin del rescate de la Troika, que comenzó hace ya tres años y por el que habrá recibido un total de 78.000 millones de euros. En él Portugal se comprometió, entre otros aspectos, a realizar un exhaustivo control presupuestario, perseguir la evasión fiscal y supervisar adecuadamente el sistema financiero para garantizar su estabilidad en el largo plazo. El último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), el décimo ya, sobre el cumplimiento de las condiciones establecidas en el rescate concluye que Portugal ha llevado a cabo un buen trabajo durante estos tres años. Además, el presupuesto del país para el año 2014 es considerado correcto y se aprecian como muy positivas las reformas realizadas. No obstante, el FMI indica que todavía queda trabajo por hacer en el sistema fiscal portugués y en el sistema de pensiones, cuya reforma ha sido considerada inconstitucional a finales del año pasado. El aumento del Producto Interior Bruto (PIB) en el tercer trimestre de 2013 fue del 0,2%, el segundo trimestre consecutivo de crecimiento y la primera vez que se da esta situación en los tres últimos años. Además, la inflación se situó el año pasado en el 0,3% y se espera que se mantenga en un nivel similar durante 2014. Las estimaciones portuguesas consideran que han cumplido el objetivo de déficit para el año pasado y que se situará en el 5,5%. Según el Ministerio de Estado y Finanzas, este buen comportamiento les permitirá conseguir el objetivo de déficit establecido por la Troika para 2015, el 2,5%. Sin embargo, la OCDE calcula para ese año un déficit del 3,6%, por lo que es posible que el país luso necesite continuar con su política de austeridad durante algo más de tiempo. Asimismo, el riesgo en el mercado laboral sigue existiendo. Portugal cuenta con una tasa estimada de desempleo del 16,7% en 2013, superior al 12% de la Eurozona, y la OCDE espera que continúe por encima del 15% al menos hasta el próximo año. El fin del rescate El siguiente gran reto que al que se enfrenta Portugal es el término del rescate y sobre eso han estado hablando el martes y miércoles de esta semana en The Lisbon Summit, la reunión organizada por The Economist en Lisboa. En este encuentro la Ministra de Estado y Finanzas, María Luís Albuquerque, ha afirmado que Portugal todavía no ha tomado una decisión sobre qué estrategia seguirá cuando finalice el rescate. En principio, podría elegir entre 1) una “salida limpia” libre del control y la ayuda internacional, tal y como hizo Irlanda; 2) un “programa cautelar” en el que contaría una posible línea de crédito de la Unión Europea y 3) una “monitorización reforzada” en la que la Troika supervisaría cuidadosamente las decisiones de política económica portuguesas. Tampoco el Primer Ministro, Paulo Portas, dio una respuesta sobre el camino a emprender en mayo, aunque expresó su confianza en que las Autoridades Europeas cumplirían su palabra y, si Portugal satisface las condiciones del rescate, facilitarían su acceso a los mercados. El Primer Ministro se mostró positivo e indicó que se estima que el PIB portugués crecerá este año un 0,8%, apoyado por el crecimiento de las exportaciones (han crecido un 10% sólo las destinadas a España) y por la actividad empresarial, afirmando que “Hace un año [...] por cada empresa que nacía desaparecían dos; hoy, por cada una que desaparece nacen dos”. Sea cual sea la decisión que tome Portugal, el país debería llevar a cabo medidas que refuercen su competitividad y atraigan la inversión internacional para que cuando la demanda interna se recupere, ahora se encuentra a un nivel muy bajo, las importaciones no hagan desaparecer el avance logrado por las exportaciones. No queda mucho tiempo para que conozcamos la decisión que guiará a la economía portuguesa después del gran acontecimiento del rescate, pero esperemos que, sea cual sea, Portugal pueda lograr finalmente un crecimiento económico duradero en el largo plazo. [post_title] => The Lisbon Summit – El rescate de Portugal está terminando [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => the-lisbon-summit-el-rescate-de-portugal-esta-terminando [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2014-02-23 09:51:07 [post_modified_gmt] => 2014-02-23 08:51:07 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=20025 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 0 [filter] => raw )
Portugal se enfrenta el próximo 17 de mayo al fin del rescate de la Troika, que comenzó hace ya tres años y por el que habrá recibido un total de 78.000 millones de euros. En él Portugal se comprometió, entre otros aspectos, a realizar un exhaustivo control presupuestario, perseguir la evasión fiscal y supervisar adecuadamente el sistema financiero para garantizar su estabilidad en el largo plazo.
El último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), el décimo ya, sobre el cumplimiento de las condiciones establecidas en el rescate concluye que Portugal ha llevado a cabo un buen trabajo durante estos tres años. Además, el presupuesto del país para el año 2014 es considerado correcto y se aprecian como muy positivas las reformas realizadas.
No obstante, el FMI indica que todavía queda trabajo por hacer en el sistema fiscal portugués y en el sistema de pensiones, cuya reforma ha sido considerada inconstitucional a finales del año pasado.
El aumento del Producto Interior Bruto (PIB) en el tercer trimestre de 2013 fue del 0,2%, el segundo trimestre consecutivo de crecimiento y la primera vez que se da esta situación en los tres últimos años. Además, la inflación se situó el año pasado en el 0,3% y se espera que se mantenga en un nivel similar durante 2014.
Las estimaciones portuguesas consideran que han cumplido el objetivo de déficit para el año pasado y que se situará en el 5,5%. Según el Ministerio de Estado y Finanzas, este buen comportamiento les permitirá conseguir el objetivo de déficit establecido por la Troika para 2015, el 2,5%. Sin embargo, la OCDE calcula para ese año un déficit del 3,6%, por lo que es posible que el país luso necesite continuar con su política de austeridad durante algo más de tiempo.
Asimismo, el riesgo en el mercado laboral sigue existiendo. Portugal cuenta con una tasa estimada de desempleo del 16,7% en 2013, superior al 12% de la Eurozona, y la OCDE espera que continúe por encima del 15% al menos hasta el próximo año.
El fin del rescate
El siguiente gran reto que al que se enfrenta Portugal es el término del rescate y sobre eso han estado hablando el martes y miércoles de esta semana en The Lisbon Summit, la reunión organizada por The Economist en Lisboa.
En este encuentro la Ministra de Estado y Finanzas, María Luís Albuquerque, ha afirmado que Portugal todavía no ha tomado una decisión sobre qué estrategia seguirá cuando finalice el rescate. En principio, podría elegir entre 1) una “salida limpia” libre del control y la ayuda internacional, tal y como hizo Irlanda; 2) un “programa cautelar” en el que contaría una posible línea de crédito de la Unión Europea y 3) una “monitorización reforzada” en la que la Troika supervisaría cuidadosamente las decisiones de política económica portuguesas.
Tampoco el Primer Ministro, Paulo Portas, dio una respuesta sobre el camino a emprender en mayo, aunque expresó su confianza en que las Autoridades Europeas cumplirían su palabra y, si Portugal satisface las condiciones del rescate, facilitarían su acceso a los mercados.
El Primer Ministro se mostró positivo e indicó que se estima que el PIB portugués crecerá este año un 0,8%, apoyado por el crecimiento de las exportaciones (han crecido un 10% sólo las destinadas a España) y por la actividad empresarial, afirmando que “Hace un año […] por cada empresa que nacía desaparecían dos; hoy, por cada una que desaparece nacen dos”.
Sea cual sea la decisión que tome Portugal, el país debería llevar a cabo medidas que refuercen su competitividad y atraigan la inversión internacional para que cuando la demanda interna se recupere, ahora se encuentra a un nivel muy bajo, las importaciones no hagan desaparecer el avance logrado por las exportaciones.
No queda mucho tiempo para que conozcamos la decisión que guiará a la economía portuguesa después del gran acontecimiento del rescate, pero esperemos que, sea cual sea, Portugal pueda lograr finalmente un crecimiento económico duradero en el largo plazo.
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