Mañana se reúne el Consejo de Gobierno del BCE y no parece probable que se anuncien por el momento nuevas medidas de política monetaria. El último recorte de tipos (noviembre) está aún muy próximo y los datos de actividad conocidos desde entonces han sido coherentes con la hipótesis de una suave reactivación de la región y, en particular, con la posibilidad de que un crecimiento real cercano al 0,3% en el tercer trimestre del año desde el 0,1% del trimestre anterior.
Sin embargo, el sesgo de la política monetaria se mantendrá previsiblemente expansivo: Draghi reiterará que durante un período prolongado de tiempo los tipos estarán en los niveles actuales o por debajo y también que todas las herramientas de política monetaria están disponibles en caso necesario. Al menos tres razones lo justifican: 1) el crecimiento seguirá muy moderado durante bastante tiempo como consecuencia de los despalancamientos público y privado (explica la debilidad del crédito) y de la fortaleza relativa del euro; 2) la tendencia desinflacionista no ha dado señales de detenerse (nuevo mínimo de la inflación interanual subyacente en diciembre: 0,7%), lo que dificulta el ajuste competitivo de las economías periféricas y endurece las condiciones reales de financiación de la economía; y 3) los tipos de interés esperados por el mercado a partir de 2015 han repuntado en las últimas semanas al hilo de los buenos datos de actividad y del inicio de la retirada de estímulos en EEUU.
Es previsible que la ausencia de novedades mañana tienda a presionar moderadamente al alza al euro y a la curva de tipos, pero el sesgo bajista del mensaje limitará el impacto. En los próximos meses, quizás a partir de abril, son de hecho probables movimientos expansivos adicionales, empezando una “microbajada” de tipos que limite el margen de repuntes de la curva monetaria esperada. También son posibles, aunque las dudas técnicas y políticas parecen aquí grandes, que en algún momento se anuncie también un esquema de financiación asociado al crédito a las empresas. La consecuencia de mercado es que en los próximos meses la curva de tipos europea repuntará menos que la de EEUU y que el euro tenderá a depreciarse.
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