WP_Post Object ( [ID] => 17207 [post_author] => 28817 [post_date] => 2012-11-27 15:11:26 [post_date_gmt] => 2012-11-27 14:11:26 [post_content] => Tras dos retrasos, el Eurogrupo y el FMI han alcanzado un acuerdo para desbloquear 43.700 millones de euros de los fondos del segundo rescate de Grecia.- En diciembre se desembolsarán 34.400 millones (10.600 destinados a la financiación presupuestaria y 23.800 para recapitalizar a la banca). - Los 9.300 millones restantes serán pagados en tres tramos a lo largo del primer trimestre de 2013, condicionado al cumplimiento por parte de Grecia de nuevas exigencias de la troika. El nuevo programa refuerza la condicionalidad (objetivos fiscales y de privatizaciones) y la vigilancia sobre Grecia, que tendrá que transferir a una cuenta segregada todos los ingresos de las privatizaciones, los superávit primarios y un 30% del exceso sobre los objetivos de superávit primario (si los hubiera) para garantizar el pago del servicio de la deuda. Las medidas para reducir el endeudamiento se acometerán en fases y serán condicionadas al cumplimiento de las reformas acordadas en el programa de rescate y a un periodo de supervisión posterior. El objetivo es reducir la deuda griega desde un 175% del PIB en 2016 (cuando acabe el programa del FMI) al 124% en 2020. La troika ha aprobado: - Rebajar en 100 pb los tipos de interés de los préstamos bilaterales concedidos a Grecia bajo su primer programa de rescate, situándolos en 50 pb por encima del tipo interbancario (euribor). Esto implica que algunos países acreedores, como Italia y España, que están financiándose a tipos más altos, podrían perder dinero al prestarlo a Grecia (en el caso de España, una estimación preliminar apunta a una pérdida de entre 150 y 180 pb por año). - Rebajar en 10 puntos básicos las comisiones por las garantías de los préstamos del EFSF a Grecia. - Ampliar en 15 años los vencimientos de los préstamos bilaterales y de los préstamos del EFSF (hasta ahora con amortización final en 2042), y dar a Grecia un periodo de carencia de 10 años en el pago de los intereses sobre estos últimos. - A partir del ejercicio fiscal de 2013, los países de la UEM se comprometen a traspasar a la cuenta segregada de Grecia los beneficios obtenidos por sus respectivos bancos centrales desde 2010 con la compra de bonos griegos por parte del BCE. Los países rescatados, como Irlanda y Portugal, no tendrán que participar en este esquema mientras sigan bajo un programa de asistencia total. - La opción de recompra de deuda griega también está sobre la mesa, pero es compleja y la troika no ha logrado estructurarla. La nota de prensa sí incluye que estas compras no podrán realizarse a precios superiores a los de cierre del mercado del 23 de noviembre. Este programa de recompra es importante para rebajar el endeudamiento de Grecia y el FMI podría condicionar su participación financiera a que se concreten todos los detalles. - Si fuese necesario y una vez que Grecia alcance un superávit primario del 4,5% del PIB (previsto ahora para 2016), la UEM se muestra dispuesta a tomar medidas adicionales, como la cofinanciación más baja de los fondos estructurales o una mayor reducción de los intereses de los préstamos bilaterales. Por tanto, el acuerdo alcanzado es positivo, dado que refuerza el compromiso de todos para que Grecia siga en el euro. Sin embargo, nuevamente, no se logra una solución estable por las siguientes razones: - Sin una quita significativa (70% en manos de instituciones y gobiernos europeos) la solvencia seguirá cuestionada. Es difícil que se cumpla el compromiso pactado con el FMI, por lo que la deuda se situará cerca del 150% del PIB en 2020. - Queda pendiente decidir cómo se cubrirá el gap de financiación para los 2 próximos años que conlleva relajar los objetivos fiscales. Algunas estimaciones oficiales lo elevan por encima de 32.600 millones de euros (puede suponer la necesidad de un tercer rescate). Por tanto, se trata sólo de ganar tiempo. Una vez que Grecia consiga un superávit primario (estimamos en 2014) y Alemania deje atrás sus elecciones generales, previstas para octubre de 2013, será el momento de que los acreedores oficiales se planteen una quita de la deuda griega. [post_title] => Los acreedores oficiales de Grecia cierran un acuerdo [post_excerpt] => [post_status] => publish [comment_status] => open [ping_status] => open [post_password] => [post_name] => los-acreedores-oficiales-de-grecia-cierran-un-acuerdo [to_ping] => [pinged] => [post_modified] => 2023-12-13 13:42:17 [post_modified_gmt] => 2023-12-13 12:42:17 [post_content_filtered] => [post_parent] => 0 [guid] => https://economy.blogs.ie.edu/?p=17207 [menu_order] => 0 [post_type] => post [post_mime_type] => [comment_count] => 1 [filter] => raw )
Tras dos retrasos, el Eurogrupo y el FMI han alcanzado un acuerdo para desbloquear 43.700 millones de euros de los fondos del segundo rescate de Grecia.
– En diciembre se desembolsarán 34.400 millones (10.600 destinados a la financiación presupuestaria y 23.800 para recapitalizar a la banca).
– Los 9.300 millones restantes serán pagados en tres tramos a lo largo del primer trimestre de 2013, condicionado al cumplimiento por parte de Grecia de nuevas exigencias de la troika.
El nuevo programa refuerza la condicionalidad (objetivos fiscales y de privatizaciones) y la vigilancia sobre Grecia, que tendrá que transferir a una cuenta segregada todos los ingresos de las privatizaciones, los superávit primarios y un 30% del exceso sobre los objetivos de superávit primario (si los hubiera) para garantizar el pago del servicio de la deuda.
Las medidas para reducir el endeudamiento se acometerán en fases y serán condicionadas al cumplimiento de las reformas acordadas en el programa de rescate y a un periodo de supervisión posterior. El objetivo es reducir la deuda griega desde un 175% del PIB en 2016 (cuando acabe el programa del FMI) al 124% en 2020. La troika ha aprobado:
– Rebajar en 100 pb los tipos de interés de los préstamos bilaterales concedidos a Grecia bajo su primer programa de rescate, situándolos en 50 pb por encima del tipo interbancario (euribor). Esto implica que algunos países acreedores, como Italia y España, que están financiándose a tipos más altos, podrían perder dinero al prestarlo a Grecia (en el caso de España, una estimación preliminar apunta a una pérdida de entre 150 y 180 pb por año).
– Rebajar en 10 puntos básicos las comisiones por las garantías de los préstamos del EFSF a Grecia.
– Ampliar en 15 años los vencimientos de los préstamos bilaterales y de los préstamos del EFSF (hasta ahora con amortización final en 2042), y dar a Grecia un periodo de carencia de 10 años en el pago de los intereses sobre estos últimos.
– A partir del ejercicio fiscal de 2013, los países de la UEM se comprometen a traspasar a la cuenta segregada de Grecia los beneficios obtenidos por sus respectivos bancos centrales desde 2010 con la compra de bonos griegos por parte del BCE. Los países rescatados, como Irlanda y Portugal, no tendrán que participar en este esquema mientras sigan bajo un programa de asistencia total.
– La opción de recompra de deuda griega también está sobre la mesa, pero es compleja y la troika no ha logrado estructurarla. La nota de prensa sí incluye que estas compras no podrán realizarse a precios superiores a los de cierre del mercado del 23 de noviembre. Este programa de recompra es importante para rebajar el endeudamiento de Grecia y el FMI podría condicionar su participación financiera a que se concreten todos los detalles.
– Si fuese necesario y una vez que Grecia alcance un superávit primario del 4,5% del PIB (previsto ahora para 2016), la UEM se muestra dispuesta a tomar medidas adicionales, como la cofinanciación más baja de los fondos estructurales o una mayor reducción de los intereses de los préstamos bilaterales.
Por tanto, el acuerdo alcanzado es positivo, dado que refuerza el compromiso de todos para que Grecia siga en el euro. Sin embargo, nuevamente, no se logra una solución estable por las siguientes razones:
– Sin una quita significativa (70% en manos de instituciones y gobiernos europeos) la solvencia seguirá cuestionada. Es difícil que se cumpla el compromiso pactado con el FMI, por lo que la deuda se situará cerca del 150% del PIB en 2020.
– Queda pendiente decidir cómo se cubrirá el gap de financiación para los 2 próximos años que conlleva relajar los objetivos fiscales. Algunas estimaciones oficiales lo elevan por encima de 32.600 millones de euros (puede suponer la necesidad de un tercer rescate).
Por tanto, se trata sólo de ganar tiempo. Una vez que Grecia consiga un superávit primario (estimamos en 2014) y Alemania deje atrás sus elecciones generales, previstas para octubre de 2013, será el momento de que los acreedores oficiales se planteen una quita de la deuda griega.
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