Con los mercados de financiación mayorista cerrados, es decir, con las vías de redistribución de liquidez del sistema financiero mundial funcionando bajo mínimos, los grados de libertad que solían tener los bancos para gestionar su tesorería cada vez se reducen más, lo que provoca una acaparación de liquidez por encima de los requisitos legales (coeficiente de caja). Esto explicaría que el exceso de liquidez del sistema financiero europeo respecto a estos requisitos sea de unos 250.000 millones o, que el BCE, no haya conseguido drenar esta semana la liquidez inyectada a través de las compras de bonos periféricos. En este último caso, mientras el BCE intenta drenar la liquidez con depósitos a una semana, los bancos prefieren colocar día a día el excedente en la facilidad de depósito, aunque pague menos que el depósito a semana (0,5% frente al 0,62%).
En esta tendencia de “preferencia por la liquidez” del sistema financiero europeo se detectaban problemas a la hora de conseguir financiación en dólares, con precios muy elevados en las últimas semanas. Lo anterior ha obligado a realizar una intervención coordinada a los bancos centrales de UEM, EEUU, Reino Unido, Japón, Canadá y Suiza para garantizar el suministro de liquidez en dólares. Con este fin, han adoptado las siguientes decisiones:
– Prolongar hasta el uno de febrero de 2013 las líneas swaps en dólares acordadas previamente.
– Ajustar el coste de la financiación que prestan a las entidades, abaratándolo en 50 pb. De este modo, todas las operaciones que se lleven a cabo a partir del cinco de diciembre de 2011 se adjudicarán a un tipo fijo igual al tipo OIS del dólar más 50 pb.
– Reducir, en el caso de las inyecciones de liquidez a plazo de tres meses en dólares, el margen inicial aplicado sobre el colateral del 20% al 12%. Además, se actualizará semanalmente el tipo de cambio del euro frente al dólar para valorar el cumplimiento de los márgenes de garantía exigidos en las operaciones.
– Establecer líneas bilaterales de inyección de liquidez para ampliar las monedas, distintas de la propia, en la que ofrecen financiación. En el caso del BCE, además de dólares de EEUU, podría dar financiación en francos suizos, yenes, libras esterlinas y dólares canadienses. Estos acuerdos estarán en vigor hasta el uno de febrero de 2013.
Teniendo en cuenta que sólo los bancos centrales tienen grados de libertad en estos momentos para afrontar el enfriamiento de la actividad en la OCDE y los problemas del sector financiero (la estabilidad financiera debe ser un objetivo tan importante como el de inflación) se debe valorar muy positivamente está decisión concertada, más que por su importancia cualitativa, por el compromiso de los bancos centrales de garantizar que no se produzcan problemas de liquidez en mercado.
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