El Banco Central Europeo (BCE) celebró ayer su reunión mensual de política monetaria y su mensaje posterior ha resultado ligeramente más agresivo de lo esperado por el mercado. Si bien su tipo de interés de referencia se mantiene en el 1% y no hay cambios operativos, el tono del comunicado leído por Trichet y sus palabras posteriores en conferencia de prensa sugieren un ligero mayor riesgo de futuras subidas de tipos antes de lo previsto como consecuencia de la recuperación de la economía y de los mayores riesgos inflacionistas.
Una de las claves para esta interpretación se encuentra en el uso de la palabra “aún” en la afirmación de que los actuales tipos de interés de referencia son apropiados, lo que sugiere que el horizonte en el que dejarán de serlo empieza a aproximarse a los ojos del BCE.
También ha sido significativo el cambio en el riesgo inflacionista percibido por el BCE. Aún lo ve equilibrado, pero afirma que el sesgo podría desplazarse al alza. En cuanto a los riesgos para el crecimiento, los sigue viendo ligeramente sesgados a la baja, pero también lo matiza con la palabra “aún”. En conjunto, el riesgo inflacionista percibido aumenta respecto al mes anterior, lo que se refuerza por la realidad de que en diciembre la inflación de la zona alcanzó el 2,2%, superando el objetivo del banco central.
Las referencias a la fortaleza de la confianza empresarial y de los créditos a las empresas sugieren también un mayor optimismo respecto a las perspectivas económicas
El mayor riesgo derivado de este muy modesto paso adelante del BCE es que, como en julio de 2008, pueda acabar desembocando en una subida de tipos más motivada por presiones inflacionistas exógenas (precios de las materias primas) que por la demanda interna. De momento parece un riesgo menor.
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