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¿Por qué España está más rezagada que otras economías?

El semanario británico The Economist  [1]se pregunta esta semana si la situación económica de España es preocupante y si la gestión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está a la altura de las circunstancias.  

Es evidente que las perspectivas de la economía española para 2010 no son buenas. Mientras países como Francia y Alemania salieron de la crisis y empezaron a crecer en el segundo trimestre del año pasado, España sigue en recesión. Los organismos internacionales prevén, para este año 2010, una contracción del PIB español del 0,5%. En cambio el crecimiento previsto para EEUU, también para 2010, es del 2,2% y para la Unión Europea del 1,5%. Incluso Gran Bretaña que ha tardado más que otros países en salir de la recesión va a tener en 2010 una expansión del PIB del 0,9%.

¿Por qué la situación de España es preocupante?

Aunque España empezase a crecer en el 2º trimestre de este año, la situación no cambiaría mucho. Ello se debe a que nuestros problemas son graves y su solución no parece cercana. Estos problemas se pueden resumir en cinco desequilibrios importantes:

1) El primer desequilibrio es la gran diferencia existente entre la capacidad productiva instalada y la que está siendo utilizada. Falta demanda y hay exceso de oferta. Situación que genera capacidad productiva ociosa que al no ser utilizada se va reduciendo, es decir, poco a poco se está destruyendo parte del tejido productivo lo que tiene múltiples manifestaciones: a) sobran oficinas bancarias, b) disminuye el comercio minorista (en el año 2009 se cerraron 40.000 puntos de venta), c) varios sectores productivos (automóvil, muebles, electrodomésticos, material de construcción, etc.), carecen de la demanda necesaria para sobrevivir en esta crisis y d) el mercado de la vivienda tiene más de un millón de viviendas nuevas y otras trescientas mil de segunda mano sin vender.

2) El segundo desequilibrio, íntimamente unido al primero, es el enorme desempleo existente en el mercado de trabajo y también la fuerte destrucción de empleo. En casi tres años se han destruido 2 millones de puestos de trabajo. Efectivamente, en  el segundo trimestre de 2007, España daba empleo a 20,5 millones de personas y en este primer trimestre de 2010 el empleo se situará alrededor de los 18,5 millones.

3) Este desequilibrio en el mercado de trabajo supone un gasto público de 35.000 millones de euros/año (un 3,5% del PIB) que contribuye a generar un tercer desequilibrio: un elevado déficit público. Déficit que se sitúa en el 11,4% del PIB, el mayor de la Eurozona después de Grecia. Este déficit se produce por la contracción de la economía (fuerte caída en la recaudación fiscal) y la política de incremento de gasto público . Como el déficit es insostenible el gobierno va a tener que seguir subiendo los impuestos y ajustando el gasto público. Este desequilibrio fiscal está produciendo un rápido endeudamiento de las Administraciones Públicas que reduce la solvencia del Reino de España y aumenta la prima de riesgo y, por tanto, el coste de los fondos que tomamos prestados del exterior.

4) Unos fondos  necesarios para financiar el cuarto desequilibrio que sufre España: el déficit de la balanza por cuenta corriente. Un desequilibrio exterior que está provocado fundamentalmente por nuestro déficit comercial que a su vez muestra la baja competitividad de la economía española. Como compramos en el exterior más de lo que vendemos, necesitamos endeudarnos con el resto del mundo. Para financiar ese déficit exterior (5,4% del PIB) España está apelando a los mercados financieros internacionales, es decir, se endeuda con el exterior. España está pagando y tendrá que seguir pagando en el futuro todas esas deudas generadas (acumuladas), durante los últimos años. Se trata de una importante posición deudora con respecto al resto del mundo qué es más problemática cuando el estado se está endeudando rápidamente y a la vez hay una mayor restricción del crédito. Ahora las economías más vulnerables son aquellas que, como España, dependen más de la financiación internacional.

5) Hasta ahora esa financiación internacional venía favorecida por el crédito superbarato e ilimitado que estaba concediendo el Banco Central Europeo al sistema bancario español. Sin embargo, este año se va a reducir la cantidad de ese crédito por lo que la banca tendrá que recurrir a otras fuentes de financiación lo que va a complicar y a encarecer la financiación de la economía. Y esto nos lleva a un último y quinto desequilibrio que amenaza la salud de la economía española: la diferencia entre el valor contable de bastantes activos que aparecen en el balance del sistema bancario español (cajas de ahorros y bancos comerciales), y el valor de mercado de dichos activos. Las pérdidas que va a generar la venta de esos activos o la reducción de su valor en el balance van a generar pérdidas en el sistema bancario lo que unido al encarecimiento de la financiación va a dificultar la concesión de crédito a las empresas.

España sufre, por tanto una crisis económica diferente a la del resto de los países ricos. Una crisis poliédrica con múltiples manifestaciones: crisis del mercado laboral y de la vivienda, de competitividad, financiera y fiscal.  Durante los últimos meses los mercados han comprendido que de persistir estos desequlibrios, llevarán al país a un crecimiento muy lento por muchos años y con elevados niveles desempleo.

The Economist señala que hay que reformar el mercado laboral, cambiar el modelo económico y reducir el gasto público. España, según The Economist, debería seguir el ejemplo de Alemania, o de su propia transición a la democracia de finales de los 70, con un pacto nacional con los sindicatos, empresas y todos los principales partidos políticos. La salida de la crisis pasa por reconocerla y diagnosticarla. A continuación hay que aplicar el tratamiento oportuno: de eso ya nos hemos ocupado en  otros posts anteriores a este.