- Economy Weblog - https://economy.blogs.ie.edu -

Mejora la balanza tecnológica española

A los españoles los Reyes Magos nos han traído buenas y malas noticias. La mala noticia fue el paro registrado del que dio cuenta ayer Valentín [1] en un post en este blog de economía. Las buenas noticias son la mejora en la remesas de emigrantes [2]y en la balanza tecnológica [3]. Sobre el aumento en las remesas ya escribimos la semana pasada [4]y es buena noticia porque contribuye a mejorar el bienestar de las familias que están en los países de origen de los emigrantes que viven en España. Es, por tanto, una buena noticia para millones de personas que dependen de estos flujos para cubrir sus necesidades básicas.

Mejora el déficit tecnológico

En cuanto a la balanza tecnológica (o de royalties), los datos facilitados [3], hace una semana, por el Banco de España también [5] señalan una clara mejoría. La balanza tecnológica contabiliza el flujo de cobros y pagos de royalties, es decir, por la utilización de patentes entre España y el resto del mundo. Pues bien a lo largo de los 9 primeros meses del año 2009 la balanza tecnológica arrojó un saldo  negativo  de 1.374 millones de euros que es mejor que el del año 2008. ¿Por qué es mejor? Porque la cobertura que mide la parte de importaciones que son cubiertas por las exportaciones mejora (ver cuadro).

BALANZA DE ROYALTIES (Millones de euros)

Año

Ingresos (X) Pagos (M) Saldo Cobertura X/M
2000 460 1919 -1459 24%
2001 408 1875 -1457 22%
2002 392 1923 -1531 20%
2003 468 2229 -1761 21%
2004 402 2443 -2041 16%
2005 447 2121 -1674 21%
2006 749 2005 -1256 37%
2007 390 2627 -2237 15%
2008 539 2205 -1666 24%
2009* 493 1867 -1374 26%

*9 primeros meses. Fuente: Banco de España, diciembre 2009 [3].

Sin embargo, el déficit sigue siendo alto lo que  muestra la elevada dependencia tecnológica española. El análisis de los datos relativos a la balanza tecnológica española y a otros indicadores de ciencia y tecnología muestran que España sigue importando  mucha más tecnología de la que exporta. Esta dependencia tecnológica española queda reflejada en los bajos niveles de cobertura de su balanza de royalties (21% de media en el periodo 2000 -2008). 

En el cuadro se observa cómo los saldos de la balanza tecnológica española en concepto de royalties han sido siempre negativos y con coberturas que oscilan entre el 20% y el 30%. En los 3 primeros trimestres de 2009 por cada 100 euros que España paga de royalties solo ingresa 26. Las bajas tasas de cobertura que muestra el cuadro confirman la elevada dependencia tecnológica española con respecto a otros países. 

Un artículo del Boletín Económico del Banco de España [6], de diciembre de 2009 concluye que la inversión en I+D tiene un impacto positivo, a largo plazo, sobre el PIB de la economía española, de magnitud similar al de otras economías desarrolladas.  En este sentido es necesario que España siga aumentando el gasto en I+ D+ i ya que el desarrollo tecnológico de España se encuentra muy por debajo del de la mayoría de los países desarrollados. Como hacemos poca investigación, poseemos pocas patentes (productos patentados), por lo que nos vemos en la necesidad de importar tecnología. Esto ha traído como resultado  un saldo negativo en la balanza de royalties, pero también un bajo nivel de exportación de bienes de equipo y de productos con alto contenido tecnológico, y por ende, una mala posición competitiva frente a otros países industrializados.  

Déficit público e I+D

Desgraciadamente, uno de los desequilibrios más importantes que sufrirá la economía española en 2010 será el elevado e insostenible déficit público (10 por ciento del PIB). El Gobierno está subiendo los impuestos para incrementar los ingresos. Pero como esto no será suficiente tendrá antes o después que reducir el gasto público con el fin de reducir el déficit fiscal hasta el 3% en los próximos tres años, de acuerdo con los plazos establecidos por la Unión Europea para todos los países de la zona euro. El gran riesgo de esta reducción del gasto, es que afecte negativamente a las dotaciones de investigación e innovación, y a las inversiones en infraestructuras.