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    [post_content] => La semana pasada repasamos las previsiones de Consensus Forecast para el año que viene. En general, contemplan una suave consolidación de la recuperación, lo que ha denominado The Economist: “la gran estabilización”. Dada la fragilidad e incertidumbre del escenario, estas previsiones medias de los mejores analistas del mundo, son difícilmente mejorables con la información actual. Quizás excesivamente optimistas para EEUU, donde la digestión del elevado endeudamiento privado limitará la aportación al crecimiento del gasto privado y hará difícil que la tasa de crecimiento medio supere el 2% en 2010. Y algo pesimistas para los emergentes, que podrían crecer por encima del 5%, gracias al dinamismo de los BRIC (Brasil, Rusia, India, China). En este sentido, sólo un detalle que puede haber pasado desapercibido: los emergentes ya contribuyen más al crecimiento mundial que los países desarrollados. Para España, tampoco hay mucha divergencia en las previsiones en estos momentos, aunque pienso que el ritmo medio de caída se aproximará al 1% (el primer dato positivo trimestral lo veremos en el segundo trimestre), por lo que la creación de empleo se retrasará a 2011. Pero quizás más importante que comentar el escenario central, sea repasar los riesgos que pueden complicar una  situación todavía delicada.

1) Reactivación económica con escasa creación de puestos de trabajo. Es la mayor amenaza para el escenario económico en el medio plazo. Sin creación de empleo y teniendo en cuenta el elevado endeudamiento existente, difícilmente la demanda privada se recuperará, seguirán las presiones sobre las cuentas públicas y el crecimiento potencial en el próximo ciclo puede ser muy bajo.  Ante esta amenaza, cada país debe pensar en medidas de oferta y, especialmente, en cómo mejorar el comportamiento del mercado de trabajo.

2) Demanda privada sin capacidad de tomar el relevo de la actividad, cuando se vayan retirando los estímulos fiscales. Muy relacionado con el anterior y con los elevados niveles de deuda existentes. En el fondo la pregunta es: ¿existe sobrecapacidad en la economía mundial? Lo que parece claro es que los países con mayores superávit de balanza por cuenta corriente (Alemania, Asia, etc) deberían intentar estimular más su consumo e inversión privada, pues aquellos con más propensión marginal a consumir (EEUU, España, etc) van a pasar por una época de corrección de los excesos.

3) Estrategias de salida de la política económica. Los bancos centrales no deberían apresurarse en retirar la liquidez (aunque cierta normalización ya es necesaria), deberían mantener un elevado grado de coordinación y, sobre todo, convendría dejar para 2011 el inicio de las subidas de tipos. No es necesario tomar riesgos hasta que la recuperación  económica se consolide. Otra cosa es el lado fiscal, en muchos casos (por ejemplo Grecia) ya ha llegado el momento de dar señales de consolidación, teniendo en cuenta la deriva negativa de los déficits públicos estructurales.

4) Evolución del dólar y tentaciones proteccionistas. Una de las grandes incógnitas del escenario es el comportamiento futuro del dólar. La clave va a ser la decisión que adopten las autoridades chinas respecto a la paridad con el yuan. Lo ideal sería que el tipo de cambio efectivo del billete verde se mantuviese en una banda de fluctuación sin movimientos excesivamente marcados, para evitar tentaciones proteccionistas. Una fuerte depreciación del dólar puede introducir mucha inestabilidad en los mercados financieros y, sobre todo, podría dar paso a una intensa subida de las rentabilidades de la deuda, que ya de por si, están en el punto de mira, dada la inercia de las cuentas públicas. Tampoco sería deseable una excesiva apreciación del billete verde, pues podría lastrar la recuperación de la economía americana.

5) Endeudamiento de los agentes. Cuando en algunos países la deuda total supera el 300% del PIB, es difícil, no pensar en un aumento de las primas de riesgo y una mayor discriminación de los mercados entre emisores. Como parece difícil que los bancos centrales permitan licuar las deuda, vamos a tener algún susto más en 2010.

6) Situación del mercado de la vivienda. En aquellos países dónde se han producido burbujas en el mercado de la vivienda, es necesario que se produzca un rápido ajuste de la actividad y, sobre todo, de los precios. Sin una mejora de la accesibilidad, la demanda no se va a recuperar y será difícil que el stock de viviendas se vaya reduciendo, condición necesaria para que se produzca una recuperación de la actividad. El ejemplo a seguir es el de EEUU, dónde la corrección de este mercado está muy avanzada.

7) Comportamiento de la inflación. Aquí sí que hay división de opiniones. Una parte de los analistas piensan que todavía existe un riesgo no despreciable de deflación, teniendo en cuenta el exceso de capacidad. Mientras otro grupo de economistas advierten de que se ha llevado al límite la política económica expansiva y, que esto se pagará antes o después en forma de inflación.

Tenemos un año por delante para ver si se cumplen las previsiones. Por el momento, sólo me queda desear un Feliz 2010 a todos los lectores de este blog.
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29
Dic

Previsiones para 2010 (II)

Escrito el 29 diciembre 2009 por José Ramón Diez Guijarro en Uncategorized

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1) Reactivación económica con escasa creación de puestos de trabajo. Es la mayor amenaza para el escenario económico en el medio plazo. Sin creación de empleo y teniendo en cuenta el elevado endeudamiento existente, difícilmente la demanda privada se recuperará, seguirán las presiones sobre las cuentas públicas y el crecimiento potencial en el próximo ciclo puede ser muy bajo.  Ante esta amenaza, cada país debe pensar en medidas de oferta y, especialmente, en cómo mejorar el comportamiento del mercado de trabajo.

2) Demanda privada sin capacidad de tomar el relevo de la actividad, cuando se vayan retirando los estímulos fiscales. Muy relacionado con el anterior y con los elevados niveles de deuda existentes. En el fondo la pregunta es: ¿existe sobrecapacidad en la economía mundial? Lo que parece claro es que los países con mayores superávit de balanza por cuenta corriente (Alemania, Asia, etc) deberían intentar estimular más su consumo e inversión privada, pues aquellos con más propensión marginal a consumir (EEUU, España, etc) van a pasar por una época de corrección de los excesos.

3) Estrategias de salida de la política económica. Los bancos centrales no deberían apresurarse en retirar la liquidez (aunque cierta normalización ya es necesaria), deberían mantener un elevado grado de coordinación y, sobre todo, convendría dejar para 2011 el inicio de las subidas de tipos. No es necesario tomar riesgos hasta que la recuperación  económica se consolide. Otra cosa es el lado fiscal, en muchos casos (por ejemplo Grecia) ya ha llegado el momento de dar señales de consolidación, teniendo en cuenta la deriva negativa de los déficits públicos estructurales.

4) Evolución del dólar y tentaciones proteccionistas. Una de las grandes incógnitas del escenario es el comportamiento futuro del dólar. La clave va a ser la decisión que adopten las autoridades chinas respecto a la paridad con el yuan. Lo ideal sería que el tipo de cambio efectivo del billete verde se mantuviese en una banda de fluctuación sin movimientos excesivamente marcados, para evitar tentaciones proteccionistas. Una fuerte depreciación del dólar puede introducir mucha inestabilidad en los mercados financieros y, sobre todo, podría dar paso a una intensa subida de las rentabilidades de la deuda, que ya de por si, están en el punto de mira, dada la inercia de las cuentas públicas. Tampoco sería deseable una excesiva apreciación del billete verde, pues podría lastrar la recuperación de la economía americana.

5) Endeudamiento de los agentes. Cuando en algunos países la deuda total supera el 300% del PIB, es difícil, no pensar en un aumento de las primas de riesgo y una mayor discriminación de los mercados entre emisores. Como parece difícil que los bancos centrales permitan licuar las deuda, vamos a tener algún susto más en 2010.

6) Situación del mercado de la vivienda. En aquellos países dónde se han producido burbujas en el mercado de la vivienda, es necesario que se produzca un rápido ajuste de la actividad y, sobre todo, de los precios. Sin una mejora de la accesibilidad, la demanda no se va a recuperar y será difícil que el stock de viviendas se vaya reduciendo, condición necesaria para que se produzca una recuperación de la actividad. El ejemplo a seguir es el de EEUU, dónde la corrección de este mercado está muy avanzada.

7) Comportamiento de la inflación. Aquí sí que hay división de opiniones. Una parte de los analistas piensan que todavía existe un riesgo no despreciable de deflación, teniendo en cuenta el exceso de capacidad. Mientras otro grupo de economistas advierten de que se ha llevado al límite la política económica expansiva y, que esto se pagará antes o después en forma de inflación.

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1) Reactivación económica con escasa creación de puestos de trabajo. Es la mayor amenaza para el escenario económico en el medio plazo. Sin creación de empleo y teniendo en cuenta el elevado endeudamiento existente, difícilmente la demanda privada se recuperará, seguirán las presiones sobre las cuentas públicas y el crecimiento potencial en el próximo ciclo puede ser muy bajo.  Ante esta amenaza, cada país debe pensar en medidas de oferta y, especialmente, en cómo mejorar el comportamiento del mercado de trabajo.

2) Demanda privada sin capacidad de tomar el relevo de la actividad, cuando se vayan retirando los estímulos fiscales. Muy relacionado con el anterior y con los elevados niveles de deuda existentes. En el fondo la pregunta es: ¿existe sobrecapacidad en la economía mundial? Lo que parece claro es que los países con mayores superávit de balanza por cuenta corriente (Alemania, Asia, etc) deberían intentar estimular más su consumo e inversión privada, pues aquellos con más propensión marginal a consumir (EEUU, España, etc) van a pasar por una época de corrección de los excesos.

3) Estrategias de salida de la política económica. Los bancos centrales no deberían apresurarse en retirar la liquidez (aunque cierta normalización ya es necesaria), deberían mantener un elevado grado de coordinación y, sobre todo, convendría dejar para 2011 el inicio de las subidas de tipos. No es necesario tomar riesgos hasta que la recuperación  económica se consolide. Otra cosa es el lado fiscal, en muchos casos (por ejemplo Grecia) ya ha llegado el momento de dar señales de consolidación, teniendo en cuenta la deriva negativa de los déficits públicos estructurales.

4) Evolución del dólar y tentaciones proteccionistas. Una de las grandes incógnitas del escenario es el comportamiento futuro del dólar. La clave va a ser la decisión que adopten las autoridades chinas respecto a la paridad con el yuan. Lo ideal sería que el tipo de cambio efectivo del billete verde se mantuviese en una banda de fluctuación sin movimientos excesivamente marcados, para evitar tentaciones proteccionistas. Una fuerte depreciación del dólar puede introducir mucha inestabilidad en los mercados financieros y, sobre todo, podría dar paso a una intensa subida de las rentabilidades de la deuda, que ya de por si, están en el punto de mira, dada la inercia de las cuentas públicas. Tampoco sería deseable una excesiva apreciación del billete verde, pues podría lastrar la recuperación de la economía americana.

5) Endeudamiento de los agentes. Cuando en algunos países la deuda total supera el 300% del PIB, es difícil, no pensar en un aumento de las primas de riesgo y una mayor discriminación de los mercados entre emisores. Como parece difícil que los bancos centrales permitan licuar las deuda, vamos a tener algún susto más en 2010.

6) Situación del mercado de la vivienda. En aquellos países dónde se han producido burbujas en el mercado de la vivienda, es necesario que se produzca un rápido ajuste de la actividad y, sobre todo, de los precios. Sin una mejora de la accesibilidad, la demanda no se va a recuperar y será difícil que el stock de viviendas se vaya reduciendo, condición necesaria para que se produzca una recuperación de la actividad. El ejemplo a seguir es el de EEUU, dónde la corrección de este mercado está muy avanzada.

7) Comportamiento de la inflación. Aquí sí que hay división de opiniones. Una parte de los analistas piensan que todavía existe un riesgo no despreciable de deflación, teniendo en cuenta el exceso de capacidad. Mientras otro grupo de economistas advierten de que se ha llevado al límite la política económica expansiva y, que esto se pagará antes o después en forma de inflación.

Tenemos un año por delante para ver si se cumplen las previsiones. Por el momento, sólo me queda desear un Feliz 2010 a todos los lectores de este blog.

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