Esta mañana se ha publicado la estimación de avance de la Contabilidad Nacional Trimestral, correspondiente al primer trimestre del año en curso. En términos interanuales, el PIB real de ese periodo ha caído un 2,9% con respecto al primer trimestre de 2008. Se produce así una intensificación del ritmo de contracción de la economía española, apreciable también en la tasa de (de)crecimiento intertrimestral situada ahora en el -1,8% frente al -1% que se registró en el último trimestre del pasado año. Este dato “clava” exactamente la previsión que el Banco de España realizaba recientemente en el último número de su Boletín Económico.
Según informa el INE, aunque no hay datos públicos aún al respecto, esta caída del PIB sigue siendo el resultado de una contribución negativa de la demanda nacional, compensada sólo en parte por la aportación positiva del sector exterior. Esta circunstancia –atonía de la demanda nacional- se ve confirmada por el dato de inflación, publicado ayer, que toma un valor de -0,2% interanual. Fíjense en que, en esta fase de recesión, se ha producido un vuelco absoluto de las condiciones económicas con respecto a la fase expansiva. Entonces era la demanda nacional la que contribuía positivamente a un crecimiento que se veía mermado por el mal comportamiento de la demanda exterior, y la que alimentaba tasas de inflación siempre superiores a las de nuestros socios europeos.
Algunos analistas y responsables de política económica han sugerido durante los últimos días la posibilidad de que estemos tocando fondo en esta crisis –los ya famosos “brotes verdes”-, de modo que en los próximos meses podría comenzar a suavizarse la contracción del PIB. Habrá que esperar a los datos completos de la Contabilidad Nacional Trimestral, que verán la luz la próxima semana, concretamente el día 20, para hacer un diagnóstico mejor informado al respecto. Pero por ahora las noticias no invitan al optimismo.
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