Mañana se discute en el Parlamento Europeo la propuesta de flexibilidad laboral con un límite de 60 o 65 horas. Esta propuesta tiene que aprobarse por mayoría absoluta entre los parlamantarios europeos y numéricamente aun no está tan claro que salga adelante, y me parece que es una cuestión a tener en cuenta de cara al futuro. El cambio del límite de horas semanales de trabajo de 48 a 60 es tecnicamente una liberalización de la cantidad de mano de obra. Y esto tendría consecuencias sociales y económicas muy importantes.
Dadas las previsiones de crecimiento y cifras de desempleo para los próximos años, aumentar el numero de horas que una persona puede trabajar, lejos de permitirle disponer de ingresos extra, puede que provoque mayores aumentos en las tasas de desempleo. Sin contar con los efectos que tendrá en el largo plazo sobre las estructuras familiares (¿quién puede disponer de tiempo para sus hijos si tiene que trabajar 13 horas al día? conciliación?), sobre la necesidad de servicios sociales, y/o liberalizacion (por consiguiente) de apertura de comercios, entre otros…
No creo que cuando las asociaciones de empresarios y las patronales hablan de liberalización del mercado de trabajo se refieran a esto. Si el objetivo es que se pague de manera oficial a los trabajadores que trabajan más de 8 horas al día en forma de horas extras, creo que hay otras maneras de conseguir este reconocimiento a estos trabajadores, pero no que haya que imponerlo de manera unilateral. Por no hablar de los problemas de salud, en el sentido más amplio (Estado del Bienestar?).
Generaciones anteriores a las nuestras tenían jornadas laborales distribuidas en 6 días a la semana (sabados incluidos) y eso no hacía que fuesen más productivos ni a nivel individual ni a escala nacional. Son muchos los derechos adquiridos como para parderlos a estas alturas. Paul Lafargue (en algún momento yerno de Marx) escribió en 1880 su ensayo «El derecho a la pereza»… despues de 128 años el debate no ha cambiado tanto.
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