EL Banco Central Europeo (BCE) bajó ayer los tipos de interés en 0,50 puntos situándolos en 3,75%. Con esta medida el BCE pretende dar financiación más barata y abundante a la banca y reactivar la economía de la Eurozona. Ello se debe a que la debilidad económica de Europa es patente. El crecimiento económico en la Eurozona es negativo. Como consecuencia las empresas están sufriendo un estancamiento o disminución de la demanda de sus productos lo que no les permite aumentar su producción ni la contratación de mano de obra, por lo que parece que el paro seguirá aumentando. Los índices de clima económico, de confianza y de gestores de compras siguen a la baja de manera que parece que la recuperación económica se retrasará hasta el 2010 para, eso sí, acelerarse conforme nos adentremos en el 2011.
BAJADA DE TIPOS
En estas condiciones ¿La rebaja de los tipos de interés que hizo ayer el BCE tendrá algún efecto en la economía europea? La respuesta es afirmativa porque Europa está sufriendo una crisis de insuficiencia de demanda agregada y existe, por tanto, capacidad productiva ociosa. Efectivamente, el aumento de los precios de los alimentos y el petróleo ha erosionado el poder adquisitivo e hizo disminuir la demanda agregada. Por tanto, si la bajada del precio del dinero el BCE se trasladase al EURÍBOR y a las operaciones de crédito, fomentaría la inversión y el consumo privado al disponer empresas y familias de menos costes financieros y de préstamos y créditos más baratos. Si eso fuese así se conseguiría el deseado aumento del PIB y del empleo.
NO ES LA SOLUCIÓN
Pero los problemas de Europa son fundamentalmente estructurales por lo que la bajada de tipos, aunque ayude, no es la solución ya que no garantiza que consumidores e inversores aumenten su endeudamiento y, por tanto, gasto ante unas bajas expectativas económicas. Esta es una crisis estructural y de confianza, basada en la incertidumbre que no se soluciona solo con medicina monetaria. Además, esta rebaja, puede provocar un aumento de la inflación en el 2011 ya que existen en la economía europea excesos de dinero (M3) que antes o después desembocarán en tensiones inflacionarias. Aunque, por ahora el riesgo de tensiones inflacionistas en el conjunto de la Eurozona parece muy limitado.
LA ESPERADA SUBIDA DE LAS BOLSAS
En definitiva la rebaja realizada ayer por el BCE en el precio del dinero, si se trasladase al EURÍBOR, abarataría las condiciones de endeudamiento rebajando los costes financieros de las empresas y de las familias lo que aumentaría la renta disponible de la economía facilitando en alguna medida el crecimiento y el empleo. Además al hacer menos atractiva la renta fija y más atractiva la renta variable podría ayudar a la recuperación de las Bolsas al desplazarse los ahorradores desde renta fija a renta variable y mejorando, a través del efecto riqueza, las expectativas económicas de empresas y familias.
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