En la actualidad preguntar si se está a favor del cuidado medioambiental es como preguntar si se está contra la guerra. La respuesta inmediata y lógica es SI.
En estos días en los que hay una vorágine de declaraciones sobre los paises y dirigentes que asistirán o que no lo harán (algunos con decisiones de última hora ) a la cumbre de Copenhague, es importante analizar qué ha supuesto Kioto y que nos puede esperar a partir del 2012. El ex presidente Bill Clinton ya respaldó el texto original de Kioto en 1997 pero ni él ni su sucesor, George W. Bush llegaron a ratificarlo.
Se acusaba a los norteamericanos de no apoyar un cuidado sobre la sostenibilidad de nuestro planeta. La realidad es que igual fueron los más coherentes , pero quizás eso hoy en día no vende suficiente.
El Protocolo de Kioto suponía que en el periodo 2008-2012 debían reducirse en el conjunto del planeta en 5,2%, respecto a los datos de referencia de 1990. Cuando Rusia suscribió el tratado en el 2004 se supero el límite de lograr la adhesión de los paises que supusiesen más de un 55% de las emisiones mundiales. No lo ratifico Estados Unidos , ni China , ni India.
Un informe de Price Waterhouse & Coopers del 2005 suponía que para los firmantes el coste en el periodo 2008-12 supondría un desembolso de 19.000 millones de EUR como pago por la adaptación a las medidas que era necesario tomar. Se indicaba que los costes del proceso podría incrementar la inflación en un 2,7% y producirían una reducción del PIB inmediata de un 1%. Y todo esto antes de la crisis que ha asolado las economías mundiales desde finales del 2007.
España es claramente un abanderado de las cuestiones medioambientales, pero es el país del mundo que más incumple lo suscrito en el protocolo de Kioto (Emite un 34% más que en 1990 cuando el límite fijado para el país era de un 15%). . Estados Unidos no lo quiso hacer por el coste que supondría a sus empresas. En estos días el presidente Obama quiere que el nuevo pacto incluya también un establecimiento de límites en la emisión de gases contaminantes a las economías emergentes como China o India, algo no contemplado bajo Kioto.
¿Estás a favor del medioambiente? SI, pero ¿A qué coste?
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