En mi último post aludía al fuerte crecimiento de la inversión mundial en energías renovables, que rompió el techo de los 100.000 millones de US$ en 2007, con un incremento del 40% con respecto al año anterior. Destacan el mercado asiático y el latinoamericano, en la generación eólica y los biocombustibles. Fuera de los países emergentes, el mercado estadounidense también se muestra muy atractivo, con un marco legislativo estable y crecientemente comprometido con las renovables, que ofrece abundantes incentivos fiscales a nivel federal para su promoción.
En el rally de la inversión mundial en renovables hacia estos destinos, las grandes compañías energéticas españolas no se quedan ni mucho menos a la zaga.
El plan estratégico 2008-2010 de IBERDROLA contempla una consolidación de su posición en América Latina, aunque afirma no perder de vista las oportunidades que puedan surgir en la región, fundamentalmente en México y Brasil. En este último país planea inversiones por 600 millones de € para poner en marcha 150 megavatios (MW) hidráulicos antes de 2010. Mucho más voraz se muestra en EEUU, donde se ha establecido en tiempo record como segundo productor de energía renovable, gracias a la adquisición de Scottish Power. A reforzar este liderazgo prevé dedicar 4.600 millones de €, más de la mitad de su esfuerzo inversor en renovables durante el período. El plan de expansión en América Latina en energías renovables de UNIÓN FENOSA, que actualmente cuenta con 950 MW de ese origen en la zona, prevé inversiones hasta 2011 por 1.650 millones de €. Concretamente en México, Costa Rica, Panamá, Colombia y Brasil, para poner en marcha 1.400 MW, el 55% de origen eólico y el 45% restante hidráulico. ENDESA por su parte anuncia en su plan estratégico 2005-2009 inversiones 1.900 millones de € hasta 2009 en el desarrollo 2.505 nuevos MW para su parque de generación de energías renovables. En América Latina prevé desarrollar nuevas iniciativas en los países en los que ya opera e incide en la oportunidad de los mecanismos de flexibilidad para cumplir con el Protocolo de Kioto. ACCIONA, con una cartera de proyectos de 12.500 millones de €, espera que la buena posición de Endesa le abra las puertas en la región.
De acuerdo con las estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo, la demanda de energía en América Latina crecerá en un 75% para el año 2030. En alguna contribución reciente aludía a los riesgos y oportunidades de esta progresión. Otras señales desde el lado de la oferta también apuntan en esa dirección. Sin duda, la apuesta de las empresas energéticas españolas por las renovables en Latinoamérica promete beneficios para todas las partes.
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