Ayer la Reserva Federal volvió a subir los tipos de interés por decimoséptima vez consecutiva en dos años, situándolo en el 5.25%, su nivel más alto desde 2001. Las presiones inflacionistas y el buen dato de crecimiento del PIB publicado ayer permiten pensar en nuevas subidas de tipos. Otros indicadores, como la muy baja tasa de paro (que se sitúa en el 4.6%) o el uso de la capacidad instalada (82% el máximo desde julio de 2000), hacen pensar en un recalentamiento de la economía, es decir, nuevas subidas de tipos. Hasta el verano de 2005, las presiones inflacionistas provenían del fuerte aumento de los precios del petróleo y del resto de materias primas. Sin embargo, ahora es la falta de mano de obra y de capital disponible lo que puede avivar la inflación, por tanto, nuevas subidas de tipos.
Los inversores no se aclaran de cuando finalizará este ciclo alcista de tipos, entre otras cosas porqué la propia Reserva Federal también desconoce cuántas subidas de tipos más serán necesarias para estabilizar los precios. Por ahora los mercados creen que proseguirá la racha alcista y en su próxima reunión, el 8 de agosto, la Reserva Federal, volverá a subirlos tipos hasta el 5.5%. Todo dependerá de los nuevos datos de crecimiento y de inflación. Las previsiones y los indicadores señalan que, a pesar del fuerte crecimiento del primer trimestre, la actividad de EEUU entra en el tercer trimestre del año en clara desaceleración. La duda es, si ese futuro menor crecimiento y un 5,5% de nivel de tipos es suficiente para contener la inflación a medio plazo.
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