La semana comienza con tensiones en los mercados financieros europeos. El anuncio de dimisión de Mario Monti tan pronto se aprueben los presupuestos italianos de 2013 ha abierto un nuevo episodio de incertidumbre y borrado los esfuerzos del todavía Primer Ministro para alejar el foco de atención de los inversores de su país.
La dimisión de Monti conlleva la celebración de elecciones anticipadas. Después de aprobarse las cuentas de 2013 deben transcurrir 45 días antes de poder celebrarse la consulta, lo que nos sitúa, probablemente, en el mes de febrero.
¿Cómo están reaccionado los mercados?
Como era previsible, la apertura ha sido negativa en los mercados de bonos italiano y español, no así en el resto de bonos periféricos ni tampoco en los bonos considerados refugio. En cuanto a las bolsas, las caídas son generalizadas, pero las más abultadas corresponden a la bolsa italiana, cuyo índice Ftse Mib cae un -2,5%, y la española, con el Ibex retrocediendo un -2% hasta los 7689 puntos. El euro, por su parte, no se está viendo muy afectado, al menos por el momento; su cruce se sitúa por encima de 1,29 eur/usd, después de haber cerrado el viernes en 1,293 eur/usd.
Incertidumbres sobre el futuro gobierno
Las últimas encuestas apuntan a que el candidato vencedor sería Pier Luigi Bersani, del Partido Demócrata, ubicado en el centro izquierda. El problema estriba en que tenga que pactar con otros partidos de izquierda menos proclives a las reformas, senda emprendida por Monti y que aún no está finalizada.
La clave, por tanto, es si el nuevo gobierno que surja de las urnas estará dispuesto, o será capaz, a seguir con la línea reformista orientada a estimular la competitividad, aumentar el empleo y mejorar la productividad. Son estos los mayores retos de la economía italiana y no, en contra de la opinión más extendida, sus cuentas públicas. Cierto que su endeudamiento es muy alto y que debe reducirlo, pero no está teniendo problemas importantes para refinanciarse; en cuanto a su déficit, ya se sitúa por debajo del 3% y, lo que es mejor, con superávit primario (sin incluir los intereses que paga por su deuda).
Consecuencias para España
En primer lugar, ya se está observando un efecto contagio en la prima de riesgo y en la bolsa.
En segundo lugar, puede volver a reforzarse el nexo entre ambos países a la vista de los inversores internacionales.
Y en tercer lugar, si sigue empeorando la inestabilidad en el mercado de deuda soberana, puede precipitar la petición de asistencia financiera al MEDE por parte de algún país periférico.
Por tanto, es una noticia que llega en un mal momento después de la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento, sobre todo para 2013, que realizaron la semana pasada el Bundesbank y el BCE.
– El Bundesbank ha revisado sustancialmente a la baja sus expectativas de crecimiento para Alemania hasta un 0,7% en 2012 (1,0% anterior) y un 0,4% en 2013 (1,6% anterior).
– Por su parte el BCE también rebajó su previsión para el conjunto de la UEM hasta el rango del -0,6% y -0,4% para 2012 (-0,6% y -0,2% anterior) y hasta el rango del -0,9% y +0,3% para 2013 (-0,4% y +1,4% anterior). El BCE retrasa la recuperación hasta el segundo semestre de 2013, que debería tener continuidad en 2014 (estima un crecimiento entre el 0,2% y el 2,2%).
Ha dejado en un segundo plano otra noticia que hubiera tenido una acogida positiva: Grecia está cerca de alcanzar los objetivos de su plan de recompra de deuda. Según cifras oficiales, las solicitudes de los acreedores privados (griegos y extranjeros) se acercan a los 30.000 millones de euros previstos. Si como parece, el programa cumple sus objetivos, el próximo jueves 13 de diciembre el Eurogrupo liberará los fondos bloqueados del programa de rescate.
La incertidumbre política en Italia puede ser, en última instancia, el factor que actúe como detonante para que el mercado concluya el periodo de tregua en el que se había instalado desde septiembre pasado, sometiendo de nuevo a presión a la deuda española e italiana.
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