Archivo de la Categoría ‘Previsiones económicas’

23
Oct

Como es sobradamente conocido, el principal foco de inestabilidad económica que compromete la tímida recuperación mundial se sitúa en los países emergentes. El reciente Informe de Estabilidad Financiera del Fondo Monetario Internacional  anunciaba una tibia mejora en las economías avanzadas desde abril, pero cargaba los riesgos sobre las vulnerabilidades de los mercados emergentes: caída en los precios de las materias primas, el fin de la burbuja china y la presión cambiaria. Todo ello íntimamente relacionado con el inminente cambio en la política monetaria estadounidense y el consiguiente ajuste sin precedentes en el sistema financiero global.

En las últimas semanas un creciente coro de voces viene fraguando el término “tercera ola” (también “trilogía”) en torno a la hipótesis de que el fin de ciclo en las emergentes no es uno más en su accidentada historia, sino que se trata de la tercera reencarnación de la crisis financiera internacional que viene acechándonos desde el 2007. Esta idea se recoge en uno de los últimos discursos del Economista Jefe del Banco de Inglaterra, Andrew Haldane: “Recent events form the latest leg of what might be called a three-part crisis trilogy. Part One of that trilogy was the “Anglo-Saxon” crisis of 2008/09. Part Two was the “Euro-Area” crisis of 2011/12. And we may now be entering the early stages of Part Three of the trilogy, the “Emerging Market” crisis of 2015 onwards.” Del mismo modo se posicionó hace unos días Goldman Sachs: “The financial crisis can be viewed as a number of separate but related waves. Wave 1; the US Wave started with the housing market collapse, spread into a broader credit crunch and ended with the Lehman collapse and the start of TARP and QE. Wave 2; the European Wave began with the exposure of banks to leveraged losses in the US and spread into a sovereign crisis, given the lack of a debt sharing mechanism across the Euro area. It ended with the OMT, promises to ‘do whatever it takes’, and finally the introduction of QE. Wave 3; the EM Wave coincided with the collapse in commodity prices.” Podemos encontrar exposiciones similares en los medios en los últimos días: “The world economy is bearing the brunt of a third deflationary wave in less than a decade. The first was the US-led housing and financial crisis of 2008-9, the second wave was the eurozone crisis of 2011-12, and now a third, an emerging markets crisis.”

¿Nos encontramos irremediablemente abocados a esa tercera ola? ¿Estamos preparados para ella?

14
Abr

El FMI mejora sus previsiones de crecimiento

Escrito el 14 abril 2015 por José Ramón Diez Guijarro en Previsiones económicas

El FMI mejora sus previsiones de crecimiento y sobre todo, reduce los riesgos bajistas sobre el escenario. Es como si la bajada de los precios del petróleo y el reequilibrio en los ritmos de crecimiento que están propiciando los ajustes de los tipos de cambio hubieran llegado en el momento adecuado para frenar el deterioro en la coyuntura internacional que se percibía el pasado verano. La situación no es para tirar cohetes, como reflejan las advertencias sobre el exiguo crecimiento potencial, pero los focos de inestabilidad parecen haberse reducido.

Cuadro: resumen de previsiones del FMI

Previsiones del FMI

Por tanto, el FMI es relativamente optimista sobre el escenario de medio plazo para la economía mundial: sugiere que, por primera vez desde 2011, están superándose las secuelas de la crisis financiera, percibe un descenso en los riesgos respecto a su informe de octubre (considera que están más equilibrados), aunque mantiene prácticamente estables sus previsiones de crecimiento respecto al mes de enero. Prevé que lo más probable es que la economía mundial disfrute de una modesta mejora durante los dos próximos años, beneficiándose de la caída del precio del crudo (sumará entre 0,5 p.p. y 1 p.p. al crecimiento global en 2016), de unos tipos de interés de largo plazo en niveles extremadamente bajos y de los movimientos de los tipos de cambio.

Estima un crecimiento mundial del 3,5% este año (3,4% en 2014) y del 3,8% en 2016. Por países, entre las principales revisiones al alza, destacan India, Japón y UEM; mientras que las principales revisiones a la baja se centran en EEUU, Rusia y Brasil. La apreciación del dólar y del yuan chino frente al euro y el yen, y la caída de los precios del petróleo son factores de distribución de crecimiento (hay ganadores y perdedores). No obstante, en este caso, el balance parece positivo para la economía mundial, dado que, mayoritariamente, pierden fuelle economías fuertes y ganan otras más débiles, lo que aumentará levemente el crecimiento mundial. Además, considera que el crecimiento tendrá una evolución divergente: ira a más en las desarrolladas y a menos en las emergentes.

Para las economías desarrolladas, 2015 y 2016 serán algo mejores que 2014. EEUU sufre un recorte significativo en sus previsiones, pero seguirá liderando el crecimiento (3,1% estimado para 2015 y 2016) y, de las grandes economías europeas, Reino Unido y España serán las más dinámicas. UEM podría crecer un 1,5% en 2015 tras un 0,9% en 2014; y la probabilidad de que recaiga en recesión este año se ha reducido hasta un 25% desde un 40% estimado en octubre.

El FMI sitúa en los dos próximos años a España como la economía más dinámica de la UEM y la segunda de la UE, sólo por detrás de Reino Unido, y revisa nuevamente al alza su previsión de PIB para 2015 (medio punto hasta 2,5%) y 2016 (dos décimas hasta 2%). Estas favorables perspectivas se siguen apoyando en el fuerte aumento de la competitividad, derivada de la intensa moderación de precios (la inflación cerrará este año con un -0,7% de media), lo que se traducirá, a su vez, en nuevos superávits por cuenta corriente. El FMI destaca, además, que España es uno de los pocos países europeos donde ya se está reactivando el crédito y la inversión. Con las sucesivas mejoras de sus previsiones, el FMI se aproxima al consenso de los analistas, aunque sigue algo rezagado, ya que las más recientes apuntarían ya a un crecimiento del PIB más próximo al 3%. Por otro lado, esta senda expansiva de la economía se trasladará al mercado laboral. No obstante, a pesar de la intensa creación de empleo prevista (más de 600.000 puestos de trabajo entre 2015 y 2016) y la consiguiente reducción de la tasa de paro (3,3 puntos), ésta se mantendrá en niveles muy elevados y no bajará del 20% de la población activa hasta 2017. En cambio, el FMI es optimista en cuanto a los objetivos fiscales, ya que prevé que, en línea con lo establecido en el Programa de Estabilidad, el déficit de las AA.PP. se sitúe por debajo del 3% del PIB el próximo año.

Los riesgos están más equilibrados que en octubre, pero considera que siguen dominando los riesgos a la baja: los puramente macro son menores (recesión y deflación), pero los financieros y geopolíticos han aumentado. Entre los riesgos a la baja destaca el debilitamiento de China, los financieros asociados a la divergencia de las políticas monetarias, una intensificación de la crisis griega y los geopolíticos. No obstante, considera que, esta vez, ninguno de ellos parece tener potencial sistémico.

A largo plazo, el FMI sí continúa siendo relativamente pesimista, reafirmándose en sus expectativas de que la economía mundial no recuperará los ritmos de crecimiento previos a la crisis, que se consideraban normales. El envejecimiento de la población y el débil crecimiento de la productividad suponen importantes lastres. Por ello, activar políticas para incrementar el crecimiento potencial es fundamental. En las economías desarrolladas recomienda mantener los estímulos monetarios para apoyar el crecimiento y aumentar las expectativas de inflación, así como incrementar la inversión en infraestructuras en algunas economías donde se observan necesidades.

5
Feb

La Comisión Europea (CE) ha revisado al alza el crecimiento estimado para la UEM, tanto en 2015 (1,3% frente a 1,1%), como en 2016 (1,9% frente a 1,7%). La CE justifica estas mejores perspectivas en base a: (i) el desplome acumulado por los precios del crudo en el último trimestre de 2014; (ii) la intensa depreciación del euro en la última parte del pasado año; (iii) la puesta en marcha de nuevos estímulos monetarios por parte del BCE; y (iv) el Plan de Inversión diseñado por la CE (su impacto será más evidente a partir de 2016).

perspectivas de crec

El crecimiento del PIB será positivo en todos los países por primera vez desde el inicio de la crisis. No obstante, la intensidad y solidez de este crecimiento será desigual por economías y vendrá condicionado, entre otros, por el diferente ritmo y alcance de las reformas aplicadas; por el grado de saneamiento de los balances bancarios; y por los avances en los procesos de desapalancamiento (tanto en el sector privado como en el público). También será determinante el grado de dependencia energético de cada país y su fiscalidad sobre la energía a la hora de beneficiarse del desplome de los precios del crudo.

El fuerte descenso acumulado por los precios del crudo (casi un 60% desde el inicio de la corrección en junio), también explica el notable recorte a la baja de las perspectivas de inflación: -0,1% en 2015 (0,8% previo) y 1,3% en 2016 (1,5% previo). Todos los países han visto recortada sustancialmente la inflación estimada para este año, destacando Alemania (0,1% vs 1,2% en otoño); España (-1,0% vs 0,5% previo) y, en menor medida, Francia (0,0% vs 0,7% previamente) e Italia (-0,3% vs 0,5% inicial).

En cuanto a la evolución de la deuda pública, no se han producido novedades relevantes respecto al informe de noviembre (la revisión a la baja de los ratios de deuda va en línea con la revisión al alza del crecimiento del PIB) y se confirma que en el conjunto de UEM el techo de deuda se alcanzará este año (94,4% del PIB).

La revisión al alza del superávit de la balanza por cuenta corriente en términos de PIB sí ha sido significativa: cerca de 0,5 p.p. en 2015 y 2016, hasta 3,2% y 3,0%, respectivamente. Este resultado se explica, por el mayor superávit estimado en términos de PIB en Alemania (8,0% en 2015 y 7,7% en 2016, frente a 7,1% y 6,7%, respectivamente) y en Italia (2,6% en 2015 y 2016, frente a 1,5% y 1,8%, respectivamente). En este sentido, ya se empiezan a escuchar voces en EEUU (congresistas y senadores) criticando la fuerte apreciación del dólar de los últimos meses. Y, ciertamente, los superávits de balanza por cuenta corriente germanos van a ser motivo de discusión en el futuro.

Pese a que la CE se muestra algo más optimista con la futura evolución de la economía de la región en los próximos años sigue incidiendo en que la intensidad de la recuperación será baja y el ritmo de crecimiento que se alcance será bastante modesto, debido al retraso en la puesta en marcha de reformas. Además, el escenario es cada vez más incierto y los riesgos para estas previsiones están concentrados a la baja (geopolítico, expectativas de inflación a la baja, etc).

Llama la atención, sin embargo, que no se señale de forma explícita la situación en Grecia como un riesgo relevante para el conjunto de la región. De hecho, las previsiones para Grecia sólo reflejan una la modesta revisión a la baja del crecimiento estimado: 2,5% en 2015 (2,9% previo) y 3,6% en 2016 (3,7% anterior). Y, por cierto, el superávit fiscal griego en 2015 (1,1%) será el mayor de toda la Unión Europea.

Por último, la Comisión Europea confirma la consolidación de la recuperación de la economía española y mejora sus previsiones de PIB para 2015 (seis décimas hasta 2,3%) y 2016 (tres décimas hasta 2,5%). El fortalecimiento de la actividad se apoyará en el empuje de la demanda interna, en un contexto de aumento de la confianza, gracias a la reactivación del mercado laboral, las favorables condiciones de financiación y el impacto positivo del abaratamiento de la energía sobre la renta de los agentes. En cuanto a las exportaciones, mantendrán su dinamismo, aprovechando las ganancias de competitividad y la recuperación de nuestros socios comerciales.

Por otro lado, Bruselas no confía en que el incremento de la recaudación fiscal, derivado de la mejora de la economía, contrarreste completamente la bajada de impuestos que entró en vigor el pasado 1 de enero, de modo que prevé un déficit público para este año del 4,5% del PIB, tres décimas por encima del objetivo fijado en el Programa de Estabilidad; en 2016 también se superará el límite (3,7% vs 2,8%). Teniendo en cuenta estos desequilibrios fiscales y el escaso avance del PIB nominal, la deuda de las AA.PP. seguirá creciendo y superará este año el 100% del PIB, llegando hasta el 102,5% en 2016.

Por tanto, aún con luces y sombras, las previsiones de la Comisión Europea empiezan a ser algo más optimistas, reflejando los efectos positivos de la evolución del precio del petróleo y del tipo de cambio. Esperemos que una mala solución a los problemas de Grecia no termine complicando este escenario.

21
Ene

Previsiones de crecimiento del Fondo Monetario Internacional

El principal mensaje de la revisión de las previsiones realizada por el FMI es que la debilidad de la inversión global va a compensar el efecto de la bajada del precio del petróleo. Así que lo más sorprendente de las nuevas previsiones es que pese a las estimaciones realizadas por el propio FMI de que la bajada de un 50% del precio del petróleo iba a añadir al menos medio punto al crecimiento mundial, al final se han rebajado las previsiones respecto a la de octubre. La pregunta es: ¿qué hubiese pasado en 2015 sin la caída de los precios del crudo?

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12
Oct

Este fin de semana, como es habitual por estas fechas el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial están teniendo su reunión anual, esta vez en Washington, para estudiar el comportamiento de la economía mundial. Coincidiendo con la reunión, el FMI publicó esta semana la edición de octubre del informe “World Economic Outlook” en la que desgraciadamente ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento económico mundial que hizo en el mes de julio. Para este año 2014 el crecimiento económico global se estima en un 3,3% anual, el mismo que el año pasado. Sin embargo, el crecimiento económico mundial aumentará y en el próximo año 2015 se espera un crecimiento del PIB mundial del 3,8%. Será el resultado del crecimiento del 2,3% de los países avanzados y del 5% en los países emergentes.

A pesar de este mayor crecimiento la directora del FMI, Christine Lagarde, ha señalado que Europa puede caer en una “era de la mediocridad”. Ello se debe a que el crecimiento europeo se está debilitando y tiene importantes amenazas como son el alto nivel de endeudamiento, el grave deterioro del mercado laboral y la falta de crédito para las empresas.

Por el contrario, otros países compensan la difícil situación europea. Este es el caso de Estados Unidos, donde se espera un aumento del PIB del 3,1% en el año 2015, o el de México (3,5%). Por regiones, Asia es la que más avanzará. Así, el grupo asiático ASEAN (Filipinas, Indonesia, Malasia, Tailandia y Vietnam) espera uno de los crecimientos económicos más destacados del mundo junto con India y China.

Los BRICS

Dentro del grupo de los países emergentes, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) avanzan, aunque lo hacen de forma desigual. Así, Rusia y Brasil crecerán más moderadamente en 2015 (0,5% y 1,4% respectivamente), Sudáfrica superará a ambos (2,3%) y China continuará creciendo como lo lleva haciendo en los últimos años, aunque en esta ocasión disminuirá ligeramente su velocidad (7,1% previsto en 2015 frente al 7,4% de 2014). En esta ocasión la sorpresa es India, que crecerá más rápidamente y acelerará el proceso de convergencia con China: el FMI prevé que la economía india crezca un 6,4% en 2015.

América Latina

Para América Latina y el Caribe el FMI espera que se produzca un aumento del PIB del 2,2% en 2015, pero este crecimiento no será homogéneo. Algunos países tendrán importantes crecimientos económicos, como podrá suceder en Panamá (6,4%), Perú (5,1%), Colombia (4,5%), México (3,5%) o Chile (3,3%), mientras que otros continuarán con crecimientos económicos negativos: es el caso de Argentina (-1,5%) y Venezuela (-1%).

Esta dualidad de comportamiento en América Latina nos muestra, una vez más, que las economías se benefician cuando existe un buen nivel de seguridad jurídica y se siguen políticas económicas ortodoxas. No debemos olvidar que las buenas políticas y la mejora de las instituciones son factores diferenciales a la hora de atraer capital extranjero y alcanzar así tasas de crecimiento más altas. Además el aumento de la inversión, tanto extranjera como nacional, favorece el avance de la tecnología y aporta nuevas habilidades organizativas que impulsan una mayor eficiencia económica.

Por el contrario, en los países en los que los gobiernos hacen malas políticas y hay inseguridad jurídica la inversión empresarial se retrae y la competitividad sufre pérdidas significativas. No es casualidad que en el Informe de Competitividad Mundial para el año 2015 del World Economic Forum, Venezuela y Argentina ocupen las posiciones 131 y 104 respectivamente de un total de 144 países, es decir, su competitividad es muy baja. Otros países latinoamericanos con una gestión de las políticas públicas más adecuada han tenido mejores resultados en la clasificación como, por ejemplo, Chile en la posición 33, México en la 61 o Perú en el puesto 66.

Estados Unidos

Durante el próximo año la economía estadounidense volverá a ser uno de los motores del crecimiento económico mundial. Desde el año 2010 la economía de EEUU ha alcanzado tasas de crecimientos cada vez más altas. Y es, además, una de las pocas economías, junto con la española, en las que el FMI ha revisada al alza su tasa de crecimiento. El FMI, considera que EEUU crecerá un 2,2% este año (un 0,5% más que lo anunciado en verano) y un 3,1% en 2015. Este excelente comportamiento está permitiendo que el mercado laboral estadounidense sea en la actualidad uno los que tiene mejor comportamiento, con una tasa de paro del 5,9% en el mes de septiembre (frente al 11,5% de la zona del euro).

Europa

El FMI señala a la zona del euro como la única región del mundo con un 30% de probabilidad de entrar en deflación: lleva demasiado tiempo con un crecimiento de sus precios excesivamente bajo. Otro escenario que se está planteando es la posibilidad de que la salida de la crisis no haya llegado todavía. Ante esto el FMI expresa su preocupación sobre la entrada en una nueva recesión: le da una probabilidad del 38%. Si fuera así la zona del euro volvería a tener tasas de crecimiento del PIB negativas durante un periodo prolongado de tiempo. En definitiva, en esta ocasión las perspectivas para la zona del euro no son muy halagüeñas y la convierten en la región del mundo con un mayor riesgo de deflación y de recesión.

Esta situación vendría agravada porque las malas previsiones económicas tienen el riesgo de que se autocumplan. Como bien ha dicho Christine Lagarde, si las empresas esperan un crecimiento económico muy bajo tendrán menos incentivos para aumentar su actividad, especialmente las inversiones. Esto provocaría que las empresas no renovasen su aparato productivo y perdiesen competitividad.

Renovación de infraestructuras

La solución que da el FMI a este problema es el aumento de la inversión pública. Para el Fondo este es un buen momento para que Europa aumente el gasto en infraestructuras. La institución considera que el sector público debe aprovechar el momento para invertir, ya que 1) los tipos de interés son muy reducidos, por lo que la financiación es barata, 2) se fortalecería la demanda interna lo que impulsaría la producción y el empleo, y 3) se solucionarían los problemas de oferta causados por infraestructuras deficientes; es decir, el mayor gasto en carreteras, autopistas de peaje, infraestructuras hidráulicas y ferrocarriles mejoraría la productividad.

En Alemania, la primera economía europea y la cuarta del mundo, la producción industrial ha entrado en tasas de crecimiento negativas y, dado el mal estado de sus infraestructuras, necesitaría realizar obras públicas para mejorar su competitividad. Alemania no tiene problemas de financiación, tiene una deuda muy baja y los tipos de interés a los que se financia su sector público son prácticamente nulos. Esa política de mejora de las infraestructuras daría más confianza a los inversores y mostraría que se avanza en el camino de la construcción de una Europa más fuerte.

Este mayor gasto también dinamizaría el crecimiento económico por el efecto de los multiplicadores. El FMI ha estimado que un aumento del 1% del gasto público en inversión pública podría aumentar el PIB entre un 0,4% y un 1,5% en sólo cuatro años, siendo su impacto mayor en aquellas economías que se encuentren más lejos de su tasa de crecimiento potencial.

En conclusión, según las previsiones del FMI la economía mundial crecerá más el año que viene que este año, lo que puede favorecer y animar la actual fase de recuperación de la economía española. Existen, sin embargo, riesgos. El más importante es el enfriamiento de la economía europea: durante el segundo trimestre de este año el crecimiento económico de la zona del euro fue nulo. Los indicadores económicos de Europa para el tercer trimestre son también decepcionantes.

Para poder reactivar la economía europea harían falta, junto con políticas monetarias y fiscales acertadas, como podría ser la mejora de las infraestructuras, reformas estructurales (mercado laboral, pensiones y redimensionamiento del sector público) especialmente en Francia e Italia. Para poder crecer es preciso que la eurozona siga reduciendo los costes laborales, sociales, financieros y fiscales que soportan sus empresas y que las hace ser menos competitivas en los mercados internacionales. De ahí que Europa deba seguir promocionando la cultura de la competencia.Sin reformas estructurales la zona del euro puede seguir estancada durante años.

Fuente: Rafael Pampillón y Cristina Mª de Haro «PERSPECTIVAS ECONÓMICAS PARA EL AÑO 2015″. Expansión. 11 de octubre de 2014; página 42.

20
May

Mercados frontera

Escrito el 20 mayo 2014 por José Ramón Diez Guijarro en Economía Mundial, Previsiones económicas

El concepto de mercados frontera es todavía bastante ambiguo y subjetivo, aunque suele emplearse para definir a un subconjunto de mercados emergentes caracterizados por ser poco líquidos y con baja capitalización, pero con accesibilidad a los capitales internacionales. No obstante, muchos inversores asocian mercado frontera con un escalón inmediatamente anterior al de mercado emergente; algo así, como los mercados emergentes del mañana.

(Haga click para ampliar la imágen)

países frontera

En cualquier caso, se trata de mercados de alto riesgo que atraen a inversores que buscan elevadas rentabilidades a largo plazo y diversificar sus carteras gracias a sus bajas correlaciones con otros mercados, aprovechando:

(i) su gran disparidad;

(ii) su menor dependencia del contexto exterior (suelen ser economías poco abiertas, más condicionadas por las tendencias internas que por las globales); y

(iii) su menor sensibilidad a la evolución de los flujos de capitales internacionales (menor participación relativa de inversores internacionales).

El interés de los mercados frontera es creciente debido a que el atractivo de los mercados emergentes tradicionales está disminuyendo progresivamente: más maduros, con expectativas de crecimiento menguantes y muy sensibles al cambio en la política monetaria por parte de la Fed. La mayoría de las economías con mayor crecimiento durante los últimos años son mercados calificados como frontera (según la clasificación por MSCI) y la expectación que generan puede compararse con la que los emergentes transmitieron hace dos décadas. No obstante, para algunos inversores es un síntoma de complacencia y de excesos en la toma de riesgos provocada por la excepcional liquidez global.

En cualquier caso, no hay nada de irracional en que, ante el agotamiento de oportunidades, los inversores vean en los mercados frontera un relevo evidente a los mercados emergentes tradicionales, confiando en que aprovechen sus ventajas competitivas, sus favorables tendencias demográficas y sus recursos naturales para replicar modelos de desarrollo que ya han demostrado ser exitosos. Además, los mercados frontera pueden ser muy volátiles por su escasa liquidez, su inseguridad jurídica y su elevada inestabilidad política y social pero, dada su diversidad y baja correlación como grupo, han mostrado una menor volatilidad que los emergentes tradicionales: en los últimos 10 años, la volatilidad anual del MSCI de emergentes ha sido prácticamente el doble que la del MSCI frontera.

Los países incorporados en el índice MSCI de mercados frontera son un grupo muy heterogéneo, que incluye:

(i) a países ricos de Oriente Medio, con rentas per cápita similares o superiores a buena parte de los países desarrollados;

(ii) a países exportadores de materias primas (casos de Argentina, Kazajstán, Nigeria, Ghana o Botsuana); y

(iii) a países asiáticos muy pobres y muy poblados con potencial para convertirse en potencias manufactureras (por ejemplo, Sri Lanka o Vietnam).

Por tanto, se trata de países extraordinariamente diversos, con rating entre sobresaliente (calificación AA, como Arabia Saudí y Qatar) y muy deficiente (calificación C, casos de Ucrania y Argentina) o no calificados (Palestina), que no comparten patrones verdaderamente comunes. En conjunto y dependiendo de los criterios utilizados, los países frontera suponen alrededor del 5% del PIB mundial, aunque su población asciende al 18% del total. En términos de capitalización del mercado, los frontera apenas representan un 2,0% frente al 25% de los emergentes tradicionales.

El crecimiento económico de los mercados frontera ha sido muy dinámico durante los últimos años superando el 6% en media, si bien desde 2013 se han desacelerado hasta un ritmo próximo al 4%. El comportamiento por países es muy diferente, reflejo de ritmos de crecimiento potenciales muy distintos: en general, menos elevado en América y en Europa del Este que en Asia y África, donde se concentran los países más pobres que pueden tomar mayor ventaja de su mayor capacidad ociosa (mano de obra barata) para importar y adaptar tecnología de las economías más avanzadas. En términos agregados, las perspectivas de crecimiento siguen siendo positivas para los mercados frontera, pero también están debilitándose, como para el resto de emergentes: el crecimiento en los próximos años puede reducirse hasta el rango del 4%-5%. No obstante, las divergencias entre países seguirán siendo sustanciales. Las expectativas para los años 2014-2017 oscilan entre ritmos medios muy dinámicos del 6,5%-7,5% para Nigeria, Sri Lanka, Bangladesh o Ghana, y una situación de estancamiento en los casos de Argentina, Croacia, Ucrania o Eslovenia.

De la misma forma, el balance de riesgos también es muy diverso. En general, el elevado crecimiento potencial y el bajo endeudamiento del sector público y privado (el escaso desarrollo del sistema financiero ha limitado el acceso a la deuda) suponen los principales puntos fuertes internos de los mercados frontera compartidos con la mayoría de países emergentes, que siguen apoyando las favorables perspectivas de medio y largo plazo (excluyendo casos muy concretos).

Sin duda, las oportunidades y los riesgos de invertir en los mercados frontera son mayores que en los desarrollados o emergentes tradicionales. Se trata de economías muy diversas, con potenciales y vulnerabilidades muy diferentes, difíciles de analizar, con un elevado riesgo-país y con mercados muy poco líquidos, pero algunos riesgos pueden ser mitigados a través del diseño de carteras de inversión diversificadas. De hecho, en algunos casos es posible reducir el riesgo de una cartera de inversión añadiendo mercados frontera gracias a su baja correlación con los mercados emergentes y desarrollados. Por tanto, estamos ante potenciales historias de éxito en el medio y largo plazo. Lo difícil, como siempre, es saber discriminar y, por tanto, acertar en nuestras decisiones de inversión. Para ello es necesario realizar un buen análisis de riesgo país, algo que como saben nuestros alumnos, no es tarea sencilla.

25
Feb

Nuevas previsiones de la Comisión Europea

Escrito el 25 febrero 2014 por José Ramón Diez Guijarro en Economía española, Previsiones económicas, Unión Europea

La Comisión Europa considera que la fase actual de recuperación en Europa continúa ganando dinamismo, aunque apenas mejora sus previsiones en 0,1 p.p. respecto a su informe de otoño tanto para 2014 (+1,5% en UE y +1,2% en la UEM) como para 2015 (+2,0% y +1,8%, respectivamente).

Dibujo

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13
May

¿Puede España cambiar el rumbo de su economía? La respuesta es afirmativa siempre y cuando se pongan en marcha los motores del crecimiento. Uno de ellos son las exportaciones: desde hace cuatro años las exportaciones españolas se han convertido en el principal factor que compensa el desplome de la demanda interna. Los empresarios han conseguido hacer crecer las exportaciones y situarlas en máximos históricos. En el año 2012 España exportó bienes y servicios por valor de 338.232 millones de euros, lo que supone más del 32% del PIB. Ese aumento de las exportaciones suele ser, además, una condición necesaria para la recuperación económica. Las empresas que exportan y quieren exportar más, ponen en marcha otros motores del crecimiento como son la innovación empresarial y la formación del capital humano que permiten importantes ganancias de competitividad, no sólo para las empresas exportadoras, sino también para el conjunto de la economía.

Además, para que las exportaciones sigan creciendo será preciso aumentar el nivel de inversión. Por eso es buena noticia que los inversores, en particular los extranjeros, estén recuperando la confianza en España. Y este aumento del capital productivo es un elemento decisivo para el crecimiento económico y del empleo.

Financiación 

Otro motor del crecimiento es conseguir abaratar y facilitar la financiación de las empresas para que pongan en marcha nuevos proyectos de inversión. Por eso debemos felicitarnos porque en las subastas del Tesoro del jueves de la semana pasada los tipos de interés han seguido reduciéndose. La mayor aceptación que está teniendo la deuda pública española se debe, en parte, a la compra que están haciendo los inversores extranjeros: durante el primer trimestre de este año aumentaron su posición en bonos y obligaciones en aproximadamente 15.000 millones de euros.  

Desde el punto de vista de la financiación de la economía en su conjunto la reducción de los tipos de interés de la deuda pública no sólo reduce el déficit público sino también los gastos financieros de las compañías, puesto que los tipos de interés a los que se financia el Tesoro son la base sobre la que se construyen los tipos de interés de casi todos los bonos corporativos. Por eso no sólo están bajando los tipos de interés de la deuda pública, sino que lo hacen también los de los bonos que emiten las empresas, y no se debe olvidar que en una situación de poco crédito bancario las empresas necesitan financiarse en el mercado de bonos. 

La reforma de las Administraciones Públicas

España saldrá de esta crisis con un sector privado más fuerte impulsado por las exportaciones y con un sector público más reducido. Sólo recortando una parte del gasto público, sobre todo aquel que es innecesario, suntuario e improductivo, se conseguirá reducir el déficit público. De ahí que uno de los motores que se deberían activar para la salida de la crisis es la reforma de las Administraciones Públicas.

La mayoría de los ciudadanos perciben que la estructura del Estado y la gestión de los servicios públicos generan un exceso de ineficiencia y de gasto público que exige una presión fiscal insoportable. No se entiende bien porque las Corporaciones Locales y las Comunidades Autónomas siguen aumentando su parque empresarial cuando España ya dispone de 1.460 empresas públicas municipales y 975 autonómicas. La mayoría de estas empresas a las que hay que unir consorcios, agencias, delegaciones comerciales, observatorios y fundaciones públicas han proliferado para burlar los controles o para colocar en ellas a los compañeros de partido político o asimilados. Muchas deberían desaparecer y otras se deberían privatizar. La reforma de las Administraciones Públicas pasa también por eliminar parlamentos autonómicos, el Senado y las diputaciones y  reducir a la décima parte los 8.117 ayuntamientos. La mayoría de los municipios son tan pequeños que no tienen los recursos necesarios para dar a los vecinos los servicios públicos necesarios, tanto en cantidad como en calidad.

Este motor del crecimiento que es el redimensionamiento de las Administraciones Públicas  reduciría el gasto público y con ello sus necesidades de financiación. Como resultado  bajarían los tipos de interés y al final el crédito fluiría en más cantidad y en mejores condiciones hacia el sector privado. Nos pondríamos en el camino del crecimiento económico y de la generación de empleo.

Los motores externos 

Junto con la puesta en marcha de estos potentes motores internos que nos permitirán alcanzar a medio plazo una cierta velocidad de crucero, la economía española necesita de algunos motores externos que le ayuden a salir del puerto de la crisis. Y esta ayuda pasa por el mejor funcionamiento de la Unión Europea y de la Unión Monetaria Europea (UME). Hay que avanzar más hacia una unión económica, fiscal y bancaria, en definitiva, hacia una unión política: los Estados Unidos de Europa. Por ejemplo, se deben dar pasos más firmes y rápidos en la unión bancaria: supervisor bancario único,  sistema común de gestión y resolución de crisis bancarias y un sistema uniforme de protección de los depósitos bancarios (fondo de garantía de depósitos). Esta unión bancaria europea junto con los menores déficits públicos, restauraría la efectividad de la política monetaria en lo que se refiere a la transmisión del crédito desde el Banco Central Europeo hacia la economía real.  

Otros motores 

Existen otros motores que pueden también introducir incentivos al crecimiento económico y que paso a resumir. Habría que: 1) seguir liberalizando y desregulando sectores que trabajan al margen de la libre competencia (aeropuertos, ferrocarriles, puertos, etc.);  2) profundizar en la reforma del mercado laboral: no podemos mantener a) un seguro de desempleo que, aún siendo necesario, genera un mayor número de desempleados y b) un salario mínimo que, en nombre de la equidad, excluye del mercado a los trabajadores no cualificados y genera un desempleo de casi un millón de personas entre 16 y 25 años; 3) cambiar un sistema de pensiones que no puede garantizar una vejez digna a largo plazo a los que se acogen a él; 4) reducir unos impuestos que, buscando la eficiencia recaudatoria y la justicia distributiva, están provocando fraude, freno al crecimiento y pérdida de eficiencia económica y 5) fomentar la creación de fondos de capital riesgo que inviertan en proyectos que combinen la creación de nuevas empresas con la innovación tecnológica. 

Así las cosas, España saldrá de la crisis de la mano de las exportaciones y de las reformas estructurales. El aumento de las exportaciones de bienes y servicios irán poco a poco recuperando la inversión y al final, producir para exportar exigirá antes o después, el aumento del empleo. Es un camino que ya se ha empezado a recorrer: la productividad de las empresas españolas está creciendo y la competitividad de nuestros bienes y servicios aumenta a pasos agigantados. Mientras tanto debemos reformar las Administraciones Públicas: tienen un coste muy elevado que España no se puede permitir.

Fuente: Rafael Pampillón Olmedo. «Motores en marcha». Expansión; 11 de mayo de 2013. Pagina 11

8
May

El informe de primavera de la CE muestra un escenario algo más pesimista que el publicado hace apenas dos meses: atrasa hasta el 2T13 la recuperación (frente al 1T13 que ya se anticipaba positivo en febrero). Además, anticipa una senda de recuperación todavía más gradual para 2013 que en su informe de invierno (apenas superará el 0,2% trimestral en media en la segunda mitad de 2013), si bien mantiene sin cambios la senda estimada para 2014 (anticipa crecimientos del 0,4% a partir del 2T14).

El débil comienzo de 2013 (el 1T13 podría retroceder un 0,1%) y la tibieza de la recuperación posterior sitúan la estimación para el crecimiento medio de la UEM en 2013 en -0,4% (frente a -0,3% previsto en el informe previo). Para 2014, la CE prevé un modesto crecimiento positivo: +1,2% frente a +1,4% anticipado en febrero.

Dibujo

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17
Abr

Después de la controversia provocada hace seis meses por la publicación de nuevas estimaciones de los multiplicadores fiscales -lo que supuso un toque de atención a los excesos de austeridad en los procesos de consolidación fiscal- esta vez el FMI ha sido más neutral en el eterno debate de política económica entre keynesianos y neoclásicos.

En el lado monetario, ya comentamos la semana pasada que el FMI defiende el anclaje de las expectativas inflacionistas, lo que apoyaría los riesgos que están asumiendo algunos bancos centrales.

Pero en el lado fiscal, ahora se reconoce que no hay remedios milagrosos para los problemas de déficit y deuda pública, aunque en general se defiende que manteniendo superávits primarios del 1%, los ratios de deuda pública se acercarían al 60% en 2030. Sigue predominando la visión de que el riesgo en estos momentos es pasarse de frenada a corto plazo en el ajuste fiscal, pero también se reconoce que es necesario presentar planes de consolidación de las cuentas públicas en el medio plazo en países como Japón o EEUU. Pero la realidad es que en 2014, los países desarrollados tendrán un porcentaje de la deuda pública equivalente al 110% del PIB, cuando a partir del 90% del PIB los efectos sobre el crecimiento potencial son claramente negativos.

Previsiones de crecimiento económico

Además, el FMI rebaja las previsiones para el crecimiento mundial en 2013 en 0,2 p.p. hasta un 3,3%, aunque las mantiene estables para 2014. La expansión global tiene continuidad, pero el comportamiento de las economías sigue siendo muy desigual y, dadas las fuertes interconexiones entre países, una recuperación a “tres velocidades”, como la actual, es también una recuperación vulnerable.

perspectivas

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30
Oct

La expresión de “Cisne Negro” tiene que ver con la probabilidad casi cero de que se produzca un suceso. La definición de “Black Hat Scenario” se refiere al peor de los escenarios posibles. Antiguamente en el Reino Unido, el que el juez llevara un sombrero negro sobre la cabeza a la hora de emitir la sentencia significaba la pena de muerte para el acusado. En estos días de desasosiego e incertidumbre quizás merezca la pena realizar enfoques en el que aparezcan las amenazas que penden sobre la economía mundial pero también las fortalezas a la hora de plantear las perspectivas económicas para 2013 y saber qué sombrero traerá el juez.

fotos cisne negro

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