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Ene

En el primer día de este nuevo año 2014, 2,3 millones de personas más han comenzado a utilizar el euro: Letonia se ha incorporado a la Unión Económica y Monetaria europea (UEM).

De ese modo, es ya la cuarta república ex soviética de la UE que adopta la moneda única; después de Estonia hace 3 años, Eslovaquia en el 2009 y Eslovenia, la primera de todas ellas en el año 2007.

Este proceso comenzó el pasado 5 de marzo con la presentación ante la Comisión Europea de la solicitud formal de adhesión al euro que estuvo acompañada por los buenos resultados derivados de un importante progreso de su situación macroeconómica.

Aunque la crisis afectó considerablemente a la economía letona (el PIB cayó un 19% en 2009) desde el año 2011 el país ha mantenido tasas de crecimiento positivas. De hecho, el año pasado creció un 5% y la previsión es que esta tendencia continúe y se acentúe los próximos años. Es el mayor crecimiento económico de la UE en 2013

En cuanto a la inflación, ésta ha sido más reducida y se ha visto sometida a fluctuaciones más suaves que las de la Eurozona, aunque la evolución ha sido similar hasta el tercer trimestre de 2013. Después, la tendencia se ha invertido y en noviembre los precios en Letonia cayeron un 0,4% mientras que apenas crecieron en la Eurozona.

Si observamos la deuda pública neta del nuevo miembro de la UEM vemos cómo ha sido inferior al 30% del PIB en los últimos años, cumpliendo por tanto el Criterio de Masstrich, que establece el límite en el 60%. Así mismo, la tasa de desempleo en Letonia se ha ido reduciendo desde el 19% del año 2010 hasta el previsto 12% para el año 2013, lo que la iguala a la que el FMI espera que sea la media de la Eurozona para ese año.

Con la incorporación a la UEM, Letonia espera continuar mejorando su desarrollo económico, especialmente mediante el aumento de la inversión internacional. Los inversores se verán atraídos por los bajos tipos de interés que establece la Política Monetaria del BCE, que ahora también fijará las condiciones para la economía letona.

La transición a la moneda única se ha producido de forma suave y controlada.

Aunque el periodo de convivencia de ambas divisas es de dos semanas, el pasado dos de enero, es decir, el segundo día de implantación, el 30% de los letones contaban en sus bolsillos únicamente con euros y la práctica totalidad de los comercios devolvían el cambio en la moneda única.

Esto es destacable ya que el apoyo popular a la decisión de cambio de divisa fue muy limitado, la población estaba inquieta ante un posible aumento de los precios al convertirlos a euros. Para mejorar las expectativas de los letones y para evitar prácticas abusivas, el Gobierno  desarrolló el MemorandumFair Euro Introducer”, que supervisa la conversión e informa a los consumidores sobre los comercios que han aplicado el cambio oficial lat-euro al actualizar sus precios.

También el sistema financiero se ha adaptado con éxito y las entidades realizan las transacciones entre el antiguo lat y el euro con normalidad. Por su parte, el sector exterior será el que menos note el cambio ya que el 70% del comercio internacional se realizó en la divisa única el año pasado.

¿De qué forma ha repercutido esta ampliación al resto de miembros de la UEM?

La primera consecuencia de la adhesión letona ha sido una caída en la cotización del euro frente al dólar. Durante la primera semana del año 2014, nuestra moneda sufrió una depreciación del 1,3% respecto a su valor de cierre en 2013. Sin embargo, no debería ser un motivo de excesiva preocupación. Todavía no se puede saber a ciencia cierta qué ocurrirá en el futuro, pero es de esperar que la ampliación de la UEM sea positiva no sólo para Letonia, sino también para el resto de participantes.

Un importante efecto de la incorporación de Letonia es la distensión en el mercado cambiario de la UE. Se eliminado definitivamente la posibilidad de que la economía letona genere crisis cambiarias a nivel interno y de que utilice políticas de tipo de cambio como herramienta para mejorar su competitividad. De este modo, se fortalece la economía europea en su conjunto; reafirmando su posición como segunda divisa más relevante a nivel mundial después del dólar estadounidense.

La ampliación de la UEM beneficia también al comercio internacional, ya sea dentro de la UE o en las transacciones internacionales. Los agentes económicos aumentan sus incentivos para comerciar y consumir en un mercado que cuenta con mayores expectativas de solidez y estabilidad y que, al desaparecer el tipo de cambio, ha reducido sus costes.

Con estas ventajas económicas y comerciales, ¿quién será el próximo en incorporarse a la UEM? A lo largo de este año y el próximo tendremos más noticias, pero son firmes candidatos a solicitar la moneda única Lituania y Rumanía.

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