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Abr

Según la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada ayer, durante el primer trimestre de 2013 el mercado laboral español continuó exhibiendo un importante deterioro. El número de desempleados aumentó en 237.400 personas por lo que los parados superan ya los 6,2 millones. Esto supone un aumento del paro del 4% con respecto al trimestre anterior, sin embargo, cuando se eliminan los efectos estacionales el aumento del paro fue menor: 1,7%; este dato es mejor que el del 4º trimestre del año pasado cuando el paro aumentó el 2% (también desestacionalizado). 

Según la EPA, la tasa de desempleo también subió situándose en el 27,2% tres puntos más que hace un año. Es la tasa de paro más alta de la historia de España. Además, es especialmente preocupante que 1)  casi tres millones de personas llevan más de un año parados, 2) casi dos millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro, y 3) la tasa de paro inmigrante alcanzó su máximo histórico situándose cerca del 40% de la población activa extranjera. 

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Destrucción de empleo

A esta mala noticia se une otra todavía peor: la economía española destruyó en el trimestre más de 322.300 puestos de trabajo: un deterioro del 1,9% con respecto al trimestre anterior. La cifra desestacionalizada que es la que importa para ver la tendencia, supone una caída en la ocupación del 1,1%, menor, por tanto, que la reducción del 1,4% que se produjo en el cuarto trimestre del año pasado con respecto al tercero. Desde el comienzo de la crisis se ha producido una reducción de empleo de casi 3,8 millones de personas. Por tanto, junto con el elevado nivel de paro, lo más preocupante de la EPA, publicada ayer, es que continúa la pérdida de empleo. 

Paro juvenil 

Ayer Valentín Bote, en este blog,  analizaba la destrucción de empleo en dos colectivos que están sufriendo la crisis: los trabajadores con con contratos temporales y los empleados públicos. Hoy me voy a fijar en el paro juvenil.

Desde el comienzo de la crisis la destrucción de empleo se ha centrado, básicamente, en: a) el sector constructor, b)  los trabajadores eventuales, c) los extranjeros y d)  los más jóvenes. Por lo que hace referencia a estos últimos en el primer trimestre de este año el paro juvenil vuelve a aumentar y su tasa de paro supera por primera vez en la historia el 57%. Lo que significa que en el primer trimestre de este año más de 960.000 jóvenes, entre 16 y 24 años, querían trabajar pero no encontraron trabajo. 

Al paro juvenil se une una caída en el primer trimestre de 65.000 ocupados en el colectivo de edad de 25 a 29 años. En una perspectiva de seis años la comparación es mucho peor. En 2007, España ocupaba a 5 millones de personas entre los 16 y 29 años y en el primer trimestre de 2013 la ocupación era de menos de la mitad: 2,3 millones. Se ha producido, por tanto, una destrucción de 2,7 millones de empleos de personas jóvenes que es el resultado de la explosiva combinación de salario mínimo alto, al menos para los jóvenes, elevadas cotizaciones a la Seguridad Social y un sistema educativo ineficiente. 

Capital humano

España tiene que cambiar su estrategia educativa para que el capital humano joven se ajuste más a lo que necesita el mercado. O lo que es lo mismo hay que identificar las necesidades laborales de la economía y adaptar nuestro sistema educativo a esas necesidades. Probablemente será necesario aumentar el número de alumnos que estudien Formación Profesional y reducir el número de plazas universitarias para adecuar así el nivel de formación a las necesidades de nuestras empresas. 

La salida de la crisis 

En resumen, en el primer trimestre la economía española continuó perdiendo mucho empleo pero lo hizo con menor intensidad que en el trimestre anterior, lo que indica que se aprecian signos de recuperación económica. Otros indicadores de actividad, también sugieren que, en el primer trimestre de 2013, la recesión se está apaciguando. Así y con respecto al cuarto trimestre en el primer trimestre aumentaron los indicadores del consumo, mejoraron los índices de gestores de compras, suavizó su caída el  Índice de producción Industrial, las letras del Tesoro se colocaron con más facilidad y a tipos de interés más bajos y crecieron las exportaciones de bienes y servicios. 

Todos estos indicadores muestran que aunque la economía española sigue contrayéndose sin embargo, lo hace a un ritmo menor. Mientras el PIB se redujo ocho décimas en el cuarto trimestre del año pasado, en el primer trimestre de este año parece que tuvo una contracción de alrededor de cinco décimas. Una moderación que seguirá en el segundo trimestre y que apuntaría a un crecimiento cero en el tercero y positivo en el cuarto trimestre.

Rafael Pampillón Olmedo. «El cóctel explosivo del desempleo». EXPANSIÓN, 27 de abril de 2013, página 24.

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