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May

España vuelve a entrar en recesión

Escrito el 17 mayo 2012 por José Ramón Diez Guijarro en Economía española, Previsiones económicas

La economía española encadena dos trimestres de retrocesos, de modo que vuelve a entrar técnicamente en recesión. La caída del PIB en el primer trimestre de 2012 fue del 0,3% trimestral, de la misma intensidad que la registrada en el último trimestre de 2011. Por su parte, el crecimiento interanual se sitúa en el -0,4%, siete décimas menos que en el trimestre pasado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tras el desplome en el tramo final de 2011 (restó 1,7 puntos al crecimiento trimestral del PIB), la demanda interna ha moderado sensiblemente su deterioro en los primeros meses de este ejercicio (-0,5 puntos). Aunque todos los componentes de la demanda interna acusan una notable debilidad, registraron un comportamiento menos negativo que en el trimestre anterior. El consumo privado se estancó tras haber anotado una contracción del 1% en el 4T11; el consumo público anotó una caída del 0,3% frente al descenso del 1,1% en el trimestre anterior; y la inversión experimentó una contracción (-2,6%) menos intensa que en el 4T11 (-4,3%). En el caso de los hogares (+0%), el deterioro del mercado laboral y, en consecuencia, de sus rentas salariales (-1,6% trimestral y -3,3% interanual) sigue condicionando la evolución de su gasto, de modo que el mantenimiento del mismo se sigue haciendo a costa del ahorro.

 Aportación del sector exterior al PIB

Uno de los aspectos más negativos es la menor aportación positiva de la demanda externa (+0,2 puntos trimestral) que se ha debido a la debilidad de las exportaciones de servicios, que anotaron una contracción trimestral del 5%, y a una menor caída de las importaciones (-1,3% vs. -6,5% en el 4t11). 

 Por el lado de la oferta, por segundo trimestre consecutivo la agricultura fue el único sector que registró tasas trimestrales positivas (+1,9%). El resto mantuvieron la tónica negativa, aunque con matices: mientras que la industria, que sigue condicionada por la debilidad de la demanda, tanto interna como externa, ralentiza su deterioro (-0,4% vs -1,4% anterior, que fue la mayor caída en año y medio), los servicios (-0,4% vs -0,1%) y, sobre todo, la construcción (-3,1% vs -1,1%) lo intensifican. En el caso de los servicios, los buenos resultados del comercio y las actividades financieras fueron compensados por el desplome de las actividades inmobiliarias.

Destrucción de empleo

En cuanto al empleo en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (PTETC), volvió a caer con fuerza en términos trimestrales (-1,3%), sólo ligeramente por debajo (tres décimas) del trimestre anterior, que fue el peor en dos años; en tasa interanual se aceleró el retroceso por tercer trimestre consecutivo, medio punto hasta el 3,8%, el mayor desde comienzos de 2010. Esto significa que en el último año se han perdido 655.200 empleos y el volumen total de ocupados (16,66 millones) es el más bajo desde mediados de 2002. El empleo destruido se concentra en la construcción (-310.400) y los servicios (-244.800), si bien el ritmo de caída es muy superior en el primer caso (-21,1% vs -1,9%). En el caso de la industria, la pérdida de empleo se estabiliza en el 3,9%.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como resultado de la evolución del PIB y del empleo, se prolonga la intensa mejoría de la productividad aparente por PTETC, aunque a un ritmo levemente inferior al del trimestre precedente: un 1% trimestral (+1,3% en el 4T11) y un 3,5% interanual (+3,7%). Por el contrario, en términos de horas efectivamente trabajadas la productividad repunta, y lo hace con gran intensidad (1,1 puntos hasta el 3,1%): el escaso aumento de la jornada media a tiempo completo (+0,4%) intensificó el deterioro de las horas efectivas trabajadas (-3,4%).

 Los costes laborales unitarios siguen cayendo

Como aspecto positivo, sobresale la intensa reducción de los costes laborales unitarios (CLU), que acumulan una caída del 6,4% en los últimos tres años. Este es un elemento crucial para recuperar la dañada competitividad de nuestro tejido productivo. En definitiva, apenas superada la recesión de 2008-2009 (de la caída acumulada del 4,9%, el PIB sólo recuperó un 1,2%), la economía española se enfrenta a un nuevo periodo contractivo, que se prolongará durante al menos el resto del año.

En este contexto, el proceso de consolidación fiscal y las reformas estructurales en marcha sentarán las bases para un crecimiento robusto en el medio plazo, pero podrían afectar al crecimiento en el corto. En todo caso, los riesgos a la baja están ganando terreno: las dudas de los inversores y el aumento de las primas de riesgos obligan a acelerar el ritmo de los ajustes y, además, la crisis de deuda soberana en Europa, lejos de solucionarse, parece agravarse, generando un aumento del clima de desconfianza de los agentes, afectando negativamente a las decisiones de consumo e inversión.

La pregunta en este contexto es: ¿a qué está esperando el BCE?

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