28
Ene

La Fed ha decidido, esta semana, mantener su tipo en el 0-0,25% en la reunión de política monetaria de enero.

Gráficos: Tipos de intereses históricos en los Estados Unidos

Tipos de interés  de intervención de la FED vigentes en el último año.

Interés a largo plazo de la economía de EEUU en los últimos 11 años)

Del comunicado posterior, destacamos los siguientes mensajes respecto al escenario económico:

– La actividad registra un moderado crecimiento, a pesar del debilitamiento del escenario global.
– Continúa la fragilidad del mercado laboral y la tasa de paro permanece en niveles elevados.
– El consumo sigue creciendo pero lo hace a tasas modestas y la inversión empresarial se ha desacelerado.
– El mercado inmobiliario no ofrece señales de mejora.
– La inflación sigue contenida.

Para los próximos trimestres, la autoridad monetaria prevé que: i) el crecimiento siga siendo modesto –cita las tensiones en los mercados financieros globales como uno de los principales riesgos a la baja sobre la actividad–, ii) la tasa de paro se reduzca sólo gradualmente y iii) la inflación se mantenga en niveles contenidos, incluso inferiores a los que considera apropiados para su mandato de estabilidad de precios.

Sin embargo, lo verdaderamente importante de la reunión de ayer es que el banco central americano ha anunciado un objetivo de inflación por primera vez en su historia. En concreto es objetivo un crecimiento interanual del PCE (deflactor del consumo) del 2%. Por tanto, la FED se ha unido a la tendencia que han seguido los principales bancos centrales del mundo en los últimos 15 años.

Además, la FED quiere ser más transparente y anunciado que mantendrá el tipo de intervención en sus niveles actuales, al menos, hasta finales de 2014, retrasando en más de un año la posibilidad de una subida de tipos en EEUU (anteriormente garantizaba que no habría cambios, al menos, hasta mediados de 2013). Ello es consecuencia de la posición de los miembros del Comité, aunque con importantes diferencias entre ellos: unos opinan que habría que subir tipos en 2012 y otros abogan por retrasar las subidas hasta 2016. La dispersión de las expectativas de política monetaria de los miembros del Comité refleja la elevada incertidumbre que existe respecto al escenario económico, lo que demuestra lo complicado que va a ser la gestión de la política monetaria durante los próximos años.

A pesar de ello, se ha puesto de manifiesto la intención de la Fed de mantener un sesgo muy expansivo durante un periodo prolongado debido, tanto al hecho de que sitúe sus previsiones de inflación por debajo de su nuevo objetivo, como por la afirmación del propio Bernanke de que está dispuesto a poner en marcha otro programa de “quantitative easing” si las circunstancias lo requieren. Con esta política tan laxa, la Fed podría perseguir dos objetivos: uno directo, la relajación de la curva de tipos, que conlleva la moderación del plazo a 10 años (caída de -7 pb ayer); y otro indirecto, la debilidad del dólar.

En definitiva, la FED sigue ajustando su objetivo, estrategia e instrumentos de la política monetaria a una realidad muy diferente a la de hace una década. Teniendo en cuenta la importancia creciente de la estabilidad financiera como bien público. Algo de lo que deberían aprender otros bancos centrales, centrados en problemas que ya no existen.

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