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En 2010 volvieron a reducirse las necesidades de financiación de España

El INE [1] acaba de publicar esta mañana las cuentas no financieras trimestrales de los Sectores Institucionales [2].

Las cuentas trimestrales de los sectores muestran una descripción trimestral de la economía española basada en el análisis del comportamiento (respecto a los flujos de renta, ahorro, inversión, financiación, etc.) de los diferentes sectores institucionales: Hogares e Instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares, Sociedades no Financieras, Instituciones Financieras y Administraciones Públicas. Es una información muy importante, teniendo en cuenta que uno de los problemas a los que se enfrenta la economía española es el elevado endeudamiento fruto de la última expansión.

En 2010, la economía española necesitó financiación del exterior por valor de 41.045 millones de euros (3,9% del PIB). Lo que significa que se volvieron a reducir las necesidades de financiación de la economía española (3,9% del PIB en 2010 frente a 5,2% en 2009), aunque el ritmo de corrección fue bastante más moderado que en 2009.
El ajuste de la necesidad de financiación desde máximos (9,6% del PIB) ha sido muy intenso, aunque a costa de una profunda  recesión. El año pasado la capacidad de financiación del sector privado (5,2% del PIB) no pudo compensar el elevado desequilibrio de las cuentas públicas (9,2% del PIB). No obstante, frente a la mejora de la posición financiera de empresas y AA.PP., los hogares y las instituciones financieras registraron un ligero deterioro al reducir su capacidad de financiación.

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Renta, ahorro, consumo  y endeudamiento de las familias

En el caso de los hogares, destaca la caída de su renta disponible (RBD), fruto de las menores transferencias públicas y la destrucción de empleo. Esto, unido al repunte de su consumo, explica el deterioro de su capacidad de financiación (hasta el 4% del PIB) y de su ahorro (13,1% de la RBD), tras los máximos alcanzados en 2009. Por tanto, después de dos años de una intensa recuperación (+81,4% acumulado), el ahorro bruto generado por los hogares se redujo con fuerza en 2010, un 29% hasta 93.191 millones de euros, el 13,1% de la RBD, tras el máximo histórico del año anterior (18%). Este año probablemente el ahorro descenderá algo más, pero eso no supondrá una recuperación del consumo real, sino una transferencia de renta a los países productores de petróleo.

En todo caso, la necesidad de continuar reduciendo su elevado endeudamiento (actualmente en el 134% de la RBD) hasta cifras más sostenibles obligará a mantener  altos niveles de ahorro y capacidad de financiación, lo que frenará la recuperación de su gasto. Por tanto, la recuperación del consumo a costa del ahorro del segundo trimestre de 2010 (anticipando la subida del IVA) fue un espejismo que no se repetirá a corto plazo.

Las empresas

Por su parte, las empresas registran, por vez primera en la última década, una ligera capacidad de financiación (0,4% del PIB), gracias a la recuperación de los beneficios (tras dos años de profunda caída, el resultado ordinario neto creció un 6,9% interanual hasta septiembre). El mayor ahorro generado ha permitido que la inversión empresarial aumentase (+3,1%), tras dos años de fuerte corrección (-26% acumulado).

Las Administraciones Públicas

Las AA.PP. cumplieron el objetivo fijado por el Gobierno y cerraron el año con una necesidad de financiación del 9,2% del PIB, casi dos puntos menos que el año anterior. Este esfuerzo de consolidación fiscal fue el resultado del dinamismo de los ingresos (los impuestos netos recibidos aumentaron un 8,1%, sobre todo los indirectos, que lo hicieron un 20,3%), junto con la contención del gasto en consumo (-0,9%) y, sobre todo, en inversión (-15%).

Necesidades de financiación con el exterior

En definitiva, las cuentas no financieras de los sectores institucionales reflejan un cambio de tendencia obligado en el comportamiento de los agentes tras la última crisis, teniendo en cuenta la restricción financiera exterior a la que nos enfrentamos. Este comportamiento se mantendrá en el medio plazo y ello contribuirá a reducir nuestro elevado apalancamiento. Cuánto antes se produzca la corrección de éste y otros desequilibrios, antes podremos volver a recuperar nuestra capacidad de crecimiento potencial. Lo demás sería volver a cometer errores anteriores.