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Feb

Hoy se han conocido los datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social de enero de 2011 y la sorpresa ha sido desagradable. No porque haya aumentado el desempleo (en los meses de enero siempre sucede, casi sin excepción), sino porque el aumento del paro que se ha registrado (+130.930) en el mes ha tenido tres efectos negativos: el primero, ha sido un dato peor que lo que las distintas previsiones apuntaban, que lo cifraban en el entorno de los +90.000; el segundo, se ha alcanzado el record histórico de desempleo registrado, con 4,23 millones de parados inscritos en las oficinas de empleo; y el tercer efecto negativo es que, a diferencia de lo que venía pasando en 2010, en el que el dato del mes correspondiente era siempre mejor que el correspondiente al mismo mes del año anterior, en este caso el aumento del paro en enero de 2011 ha sido peor que el incremento en enero de 2010. Un mal precedente que esperemos que no se consolide.

Simultáneamente, hoy vamos conociendo los detalles del acuerdo que se va a firmar el Gobierno con los agentes sociales y que mañana pasará la revisión de Merkel. Y la verdad es que a mi juicio lo acordado es bastante decepcionante. Por un lado está la reforma de las pensiones, donde el grado de concreción es grande y que creo que va por el camino correcto, aunque no nos engañemos, no estamos ante la solución para garantizar la sostenibilidad de las pensiones, sino sólo ante un primer paso y –esto sí es preocupante- estamos ante una reforma que se iniciará no ahora, sino en 2013 (después de las elecciones generales) y que sólo tendrá impacto pleno en 2027, demasiado tarde (para entonces ya habrán sido necesarias reformas adicionales). Y, más allá de eso, la nada. Es realmente preocupante que lo único que se acuerde es que “en el futuro” se van a acordar cuestiones en diversas áreas –energía (todavía alguien me tendrá que explicar por qué hay que pactar con los sindicatos el mix energético español…), política industrial, etc. En definitiva, se trata de acordar que hasta la próxima legislatura no se va a producir nuevas reformas, y con ello comprar la paz social. Por cierto, este acuerdo no es gratis. Les recuerdo a los lectores que el coste pagado por el Gobierno para que los sindicatos acepten hacerse la foto es el desmantelamiento de lo poco que la reforma laboral del Gobierno tenía de positivo: la posibilidad de que las empresas, ante una situación económica negativa coyuntural, puedan tener la posibilidad de ajustar plantilla con unos costes de extinción de contratos de 20 días por año de servicio.

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