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Sep

El crecimiento de la economía mundial será menor de lo previsto en 2010. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó ayer que para el conjunto de los países más del G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) el crecimiento económico disminuirá y se situará en torno al 1,5% en la segunda parte de este año 2010, tras haber progresado al 3,2% en el primer trimestre y al 2,5% en el segundo, según las perspectivas interinas presentadas esta semana por la OCDE.

Organisation de coopération et de développement économiques

La ralentización será general para todos los Estados del G7, pero más pronunciada para los tres que también forman parte de la zona euro (Alemania, Francia e Italia) y para Japón. En EEUU también habrá un menor crecimiento de su economía. La OCDE espera un crecimiento para EEUU del 2% en el tercer trimestre y del 1,2% en el cuarto trimestre.

El empleo no aumentará

Por tanto, tras observarse cierta mejora en las tasas de crecimiento durante la primavera e inicios del verano de este año, las noticias recientes describen, para los países del G-7 un crecimiento menor del 2%. Aunque desde un punto de vista técnico no se trata de una recesión de doble caída (W), la recuperación podría ser tan débil que seguirá destruyendo empleo.

Eso se debe a que crecimientos del PIB (producto interno bruto real) inferiores al 2% los desempleados tendrán muchas dificultades para encontrar trabajo y los que ya tienen empleo no obtendrán grandes aumentos de sueldo. Los mercados financieros seguirán con dificultades, las autoridades económicas se enfrentarán a la necesidad de endeudarse  y los políticos perderán la poca popularidad que les queda.

Las cifras económicas divulgadas el jueves de esta semana sugieren que el panorama sombrío está limitando los gastos de las empresas en bienes de equipo y en la ampliación de su capacidad productiva. Por tanto, los pedidos de bienes de capital disminuirán. Y esta es una mala noticia ya que no se debe olvidar que los gastos de las empresas en maquinaria y bienes de equipo han sido los que ha liderado el crecimiento económico durante esta recuperación, al contribuir más al crecimiento del PIB, del G-7, en los últimos tres trimestres que el sector de consumo.

La información de la OCDE fortalece la posición de los aquellos que están preocupados por una recesión de doble caída (W). Un mayor pesimismo en las expectativas de empresarios y consumidores podría causar una nueva contracción del PIB. Y si bien la estimación de consenso descuenta ese escenario, cada vez hay más economistas que se pasan al bando de los que asignan cada vez más la probabilidad de una doble caída en el futuro. Los economistas de Goldman Sachs, por ejemplo, dan una probabilidad  entre el 25% y el 30% de regresar a crecimientos negativos.

Política económica

La mayoría de los economistas prevén que no se producirá una segunda recesión en el grupo del G-7, y muchos menos a nivel mundial. Para evitar una situación de W la OCDE aconseja retrasar varios meses el desmantelamiento de las medidas de apoyo monetario expansivas pero manteniendo el saneamiento de las finanzas públicas para no tener que hacer frente a situaciones presupuestarias insostenibles. O lo que es lo mismo la OCDE pide políticas monetarias expansivas que podría justificar un apoyo monetario mayor, es decir, compra de más deuda por parte de los bancos centrales y compromiso de mantener los tipos de interés a un nivel próximo a cero durante un largo periodo, a la vez que los gobiernos deben reducir el gasto público para evitar problemas en los mercados de deuda.

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