22
Sep

El Ministerio de Economía y Hacienda hizo pública ayer la Memoria de la Administración Tributaria del ejercicio 2008 (disponible en http://www.meh.es/Documentacion/Publico/Tributos/Memoria%20Tributaria%202008/MemoriaTributaria2008.pdf). Este documento, del máximo interés por la amplísima y desmenuzada información que ofrece sobre las figuras tributarias de nuestro país, incrementa su actualidad al estar en estos momentos el Gobierno estudiando nuevas subidas de impuestos, en este caso en el IRPF.

Todo parece indicar que se va a incrementar el tipo marginal máximo, del actual 43% a, por lo menos, el 45%. La Vicepresidenta segunda y Ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado (en la foto), siguiendo con el «mantra» de los miembros del Gobierno, señalaba en una entrevista radiofónica que es lógico que ante la situación de crisis los (mal llamados) «ricos» arrimen el hombro y contribuyan más para así poder salir de la actual coyuntura.

Dejando a un lado la más que dudosa relación causal «pagar más impuestos permitirá salir antes de la crisis», totalmente denostada por la teoría económica -que apunta de manera inequívoca en sentido contrario-, y dejando a un lado el más que dudoso impacto positivo que las medidas discrecionales de gasto adoptadas por el Gobierno en los últimos años han podido tener para sacarnos de la crisis, creo que hay algo que debe recordarse: los contribuyentes con más rentas ya están contribuyendo, y mucho, con sus impuestos. Y lo hacen mucho más que el resto de los ciudadanos, dado que la tributación del IRPF es altamente progresiva.

Y el documento que ayer conocimos, la fuente oficial en este sentido, así lo apunta: resulta que los contribuyentes con rentas superiores a 57.000 euros (una renta relativamente elevada, sin duda, pero desde luego no estamos ante un «rico». Recordemos, además, que la riqueza se mide sobre el patrimonio, y no sobre la renta del período, que es lo que grava el IRPF), que son el 4% de todos los contribuyentes por IRPF en España, aportan el 38,7% de la recaudación total de este impuesto [Cuadro I.36 del informe], con tipos efectivos medios que se sitúan en el entorno del 30%. En el otro extremo de la distribución de ingresos nos encontramos con que la Hacienda extrae de los contribuyentes de las 7 primeras decilas de renta -el 70% de los contribuyentes- sólo el 16% de los ingresos por IRPF.

Y es que en España tenemos un tipo marginal máximo sobre la renta en el promedio de los grandes países europeos, sin embargo, este tipo marginal máximo empieza a aplicar «muy pronto», para niveles de renta relativamente moderados: mientras que en España un contribuyente empieza a pagar el 43% para las rentas que superen 53.000 euros, en Alemania, por ejemplo, el tipo marginal máximo es más elevado -es el 45%- pero este tipo sólo se aplica a las rentas que superen los 250.000 euros. Creo que sobran comentarios.

En definitiva, parece que la voracidad recaudatoria del Gobierno como vía para reducir el déficit público, ahora que empieza a darse cuenta de que reducir el gasto es más difícil de lo que parece -o que simplemente no tiene intención de hacerlo- sólo ha vivido un primer capítulo con la subida del IVA que todos los consumidores «disfrutamos» desde julio, y que el IRPF está en el punto de mira.

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