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Para reducir el déficit público no hay que subir los impuestos.

Los libros de economía, la Teoría Económica y la Política Económica como disciplina científica demuestran que cualquier subida de impuestos va a reducir el crecimiento económico. Además, para reducir el déficit público es preferible reducir el gasto público que aumentar los impuestos. Estudios recientes [1] muestran que por cada dólar de reducción de gasto que realice el gobierno el PIB disminuye 1,4 dólares. Mientras que con una subida de impuestos, también de un dólar, el PIB disminuye en 3 dólares. La subida de impuestos contrae la economía el doble que la reducción del gasto público.

A la espera de que el presidente del Gobierno concrete hoy la subida de impuestos a los más ricos, conviene recordar que cualquier subida fiscal va a reducir el crecimiento económico y que para rebajar el déficit público no es preciso subir los impuestos, es mejor reducir el gasto. El Gobierno ha apuntado que va a subir los impuestos a los ricos para que los que más tienen sean los que más aporten o lo que es lo mismo se tendrán que subir los impuestos sobre el ahorro, o/y la parte del IRPF que grava las rentas más altas. Con este populismo fiscal se corre el riesgo de que las grandes fortunas, las que todavía pagan aquí impuestos, acaben buscando refugio en la fiscalidad más competitiva de otros países y sean nuevamente las familias con acciones, fondos de inversión o depósitos las más perjudicadas, al igual que los asalariados sujetos a una nómina si finalmente se sube todo el IRPF.

Hay que esperar a que termine hoy el Consejo de Ministros para ver qué frontera se pone para decidir quién es rico y quién es pobre, pero una cosa es segura los ricos son los que destinan más parte de su renta al ahorro. Y en estos momentos el ahorro en España es imprescindible para que el sector privado se «desendeude» y la economía se financie con recursos nacionales . Es una lástima que Zapatero emborrone su aparente conversión a la ortodoxia y su determinación para cortar el gasto –a nadie se le oculta que ha sido obligado por sus socios europeos– con una populista subida de impuestos, subordinada a la apremiante necesidad del Partido Socialista de reconstruir, con el engañoso discurso de la justicia redistributiva y el azote de los ricos, un proyecto político que saltó por los aires la semana pasada cuando el secretario general del partido anunció, ante el estupor de sus bases, que funcionarios, pensionistas, dependientes y futuras madres serían las víctimas del ajuste.

¿Cuándo se ha salido de una recesión subiendo impuestos? Nunca

Fuente: Juan José Garrido. “El acoso fiscal de Zapatero [2]” Expansión.