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Abr

Esta mañana el INE ha publicado las cuentas no financieras de los sectores institucionales del 4º trimestre de 2009 y también para el conjunto de ese año. Esta es una herramienta estadística indispensable para analizar las tendencias de ahorro e inversión de los diferentes agentes y, por tanto, la evolución de las necesidades de financiación de la economía española. 

Como era de esperar, la fuerte recesión de la economía española, en parte originada en la importante restricción crediticia que existe en los mercados financieros internacionales, está permitiendo reducir la apelación al ahorro externo desde niveles máximos cercanos al 10% del PIB, en 2007, hasta el 3,7% del 4º trimestre de 2009. Para el conjunto del año 2009 la necesidad de financiación de la economía española frente al resto del mundo fue del 4,7% del PIB. En 2008 había sido 9,1%. Esta tendencia de reducción es probable que continúe en los próximos trimestres. De manera que en este año 2010 las necesidades de financiación frente al resto del mundo podrían situarse alrededor del 3% del PIB.

Esta apelación al ahorro externo, aunque sea menor, está aumentando la posición deudora neta de España frente al resto del mundo. Debemos ser conscientes que debemos al exterior 983.400 millones de euros en términos netos, es decir el 98% del PIB.

Fuerte endeudamiento del sector público

La necesidad de financiación del sector público va en aumento. Es más en el 4º trimestre mientras las familias, las empresas no financieras y las instituciones financieras tuvieron capacidad de financiar al resto de la economía, el sector público tuvo necesidades de financiación por valor de 60.101 millones de euros, un 22% del PIB del 4º trimestre.  

Por un lado, empresas y familias, ante el elevado endeudamiento que acumulan, se ven forzados a reducir la brecha entre ahorro e inversión; por otro, el parón de la actividad y las medidas discrecionales puestas en marcha por el gobierno para hacerla frente afectan a las cuentas del sector público, que experimentan un agudo empeoramiento, lo que está reduciendo rápidamente el margen de actuación de la política fiscal y obligará, antes o después, a un cambio de rumbo de la misma, mediante la contención del gasto y/o subidas de impuestos, lo que podría quebrar una incipiente y débil recuperación.

Caída espectacular del consumo de las familias en 2009

En el caso de los hogares, la intensa destrucción de empleo, junto con la necesidad de recomponer su situación financiera, el efecto riqueza negativo derivado de los menores precios inmobiliarios y las condiciones de crédito más restrictivas están mermando sensiblemente el gasto de las familias, lo que facilita la recuperación del ahorro, que se sitúa en máximos históricos. Efectivamente, la tasa de ahorro de los hogares se situó en el 24,7% de su renta disponible en el cuarto trimestre de 2009, 1,4 puntos más que hace un año, y su nivel más alto desde el año 2000 cuando comenzó a elaborarse la serie histórica. En este sentido el INE destaca que el gasto en consumo final de los hogares cayó un 5,5% en 2009, lo que provocó que el ahorro aumentase.

Esta tendecia de dsiminución del consumo y aumento del ahorro se mantuvo en el primer trimestre de 2009 debido al aumento del paro. El paro pudo haber aumentado en el primer trimestre de este año  en 240.000 personas.

En definitiva, la recesión y el elevado apalancamiento de familias y empresas están obligando a que sean mucho más cautelosas en sus decisiones de gasto, lo que está provocando un aumento espectacular del ahorro, en parte compensado por una tendencia diametralmente opuesta del sector público.

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