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Grecia como ejemplo del peligro del círculo vicioso déficit-deuda

Hace poco más de 15 años se hablaba con insistencia del peligroso círculo vicioso del déficit público – deuda pública. En esos momentos, cuando los tipos de interés eran aún altos, se señalaba que el no poder controlar el déficit público a niveles razonables llevaba a una necesidad de seguir endeudándose, lo que incrementaba casi sin control el ratio de deuda sobre PIB en varios países. Tener un nivel de deuda pública alto significaba que una parte importante de los gastos del sector público del año siguiente ya estuviera comprometida sólo en el pago de intereses de esa misma deuda, con lo cual un nuevo déficit era casi asegurado. Y, por supuesto, ese déficit debía ser financiado, lo que a su vez incrementaba el nivel de deuda pública. 

En aquellos momentos algunos países europeos, como Italia, Bélgica o Grecia tenían ratios de deuda sobre PIB cercanos o mayores al 100% y se pensaba que o se hacía algo drástico para reducir los déficits públicos o sería imposible reducir estos ratios dado que los altos pagos de intereses llevaban a nuevos déficits que aumentaban la deuda y así sucesivamente, sin salida aparente en el círculo vicioso. En esos momentos, quizás algunos lo recuerden, el nivel de deuda sobre PIB era todavía relativamente bajo en Japón.

Reducción de los déficit fiscales en Europa

A medida que la década de los años 90 iba avanzando, el problema de este círculo vicioso se volvió menos relevante en Europa, en particular por la rápida caída de los tipos de interés (lo que reducía la presión por un mayor pago de intereses), a la vez que por un mayor esfuerzo de los países por reducir sus déficits fiscales de manera tal que se pudiera cumplir con las condiciones establecidas en el Tratado de Maastricht para acceder a la moneda única.

Aumento de los déficit fiscales en Japón

Por el contrario, y a pesar de los bajísimos tipos de interés, Japón empezó a enfrentar problemas en la contención de los déficits y la deuda debido a las constantes entradas y salidas de la recesión que ese país vivió durante la «década pérdida», con las consiguientes variaciones en los ingresos fiscales y los programas de estímulo a través de la expansión del gasto. Pero en Europa y también en los Estados Unidos, el problema parecía haber desaparecido y con los tipos de interés bajos, no parecía existir un peligro de que este problema fuera a resurgir. Hasta hace poco.

La crisis económica actual y el aumento del déficit público

La magnitud de la reciente crisis, ya llamada por muchos la «Gran Recesión», ha sido tal que ha obligado a respuestas fiscales extraordinarias. No son pocos los países que han visto sus déficits públicos subir por encima del 10% del PIB, entre ellos Estados Unidos, Gran Bretaña, España o Grecia. Y por supuesto esto tiene un impacto significativo sobre el nivel de deuda como porcantaje del PIB. 

Los problemas de Grecia

Grecia, con un déficit que el Financial Times señala mayor a un 12% del PIB y con un ratio de deuda sobre PIB que se proyecta alcanzará un 113%, se enfrenta al peligro real de entrar nuevamente en un círculo vicioso de déficit-deuda. Y este peligro es aún más real si no se percibe que hay un plan convincente de reducción de ese nivel de déficit hasta acercarlo al 3% que debe cumplir. Por esta razón no debe sorprender la incertidumbre que genera la deuda del país y que se extiende a otros sectores de la economía. El de Grecia es uno de los primeros avisos de que es necesaria una estrategia clara y creíble de cómo se va evitar que este círculo vicioso del pasado sea nuevamente un problema en muchos países industrializados. Esto es una señal más de que la salida de la crisis será complicada y que aún hay que seguir con un ajuste fino en las politicas monetarias y fiscales.