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Nov

Están surgiendo voces, cada vez más abundantes, sobre una posible ruptura en la zona euro. ¿La recesión en la eurozona hará que algunos países quieran salirse del euro? Un reciente artículo de Martin Feldstein («¿Sobrevivirá el euro a la crisis?», EXPANSIÓN 25 de noviembre de 2008) pone de manifiesto que el principal motivo para que un país opte por separarse del euro sería para huir de la política monetaria común y también para poder devaluar el tipo de cambio de su moneda.


¿Hay razones para que España se salga del euro?

España al ser el país más inflacionario de la Eurozona, ha tenido que sufrir, como consecuencia de la mayor inflación, pérdidas tremendas de poder adquisitivo para los consumidores y disminución de competitividad para nuestros productos en el exterior. Esta pérdida de competitividad, se ha manifestado en la disminución de la cuota de mercado de nuestras exportaciones (del 2% del mundo al 1,7%) ¿Por qué? Entre otros motivos porque los productos españoles son ahora relativamente más caros y, por tanto, menos competitivos que los del resto de Europa.

Por eso algunos analistas han considerado la alternativa de que España se saliera del euro y así tener una moneda que poder devaluar y recuperar la competitividad. Por ejemplo, Wolfgang Munchau en un artículo publicado hace 2 años en Financial Times (“Spain has more reason to quit the euro than Italy”) proponía que España debería salirse del euro. Para analizar esta alternativa quizá deberíamos preguntarnos primero ¿Qué nos estaría pasando ahora si no formaramos parte de euro? Tendríamos menos déficit con el exterior porque la peseta se hubiera depreciado bastante y de esta forma hubiéramos restablecido nuestra pérdida de competitividad generada por nuestra mayor inflación. En el lado negativo de la balanza el tipo de cambio hubiera sufrido enorme volatilidad con respecto al euro lo que hubiera generado bastante incertidumbre en las relaciones económicas de España con el resto del mundo. De no haber estado en el euro, también la política monetaria hubiera seguido otros derroteros y el Banco de España hubiera subido bastante los tipos de interés superando fácilmente el 8%. Así con tipos de interés más altos el crecimiento hubiera sido menor pero quizá con una combinación más equilibrada (hubiera habido una menor demanda de consumo, de inversión en bienes de equipo y de vivienda). Es decir, con tipos de interés más altos se habrían producido menores desequilibrios, una menor “burbuja inmobiliaria” pero también un menor crecimiento económico y mucho menos empleo. El euro explica en parte nuestros desequilibrios y problemas actuales.

Las ventajas de estar en el euro

Pero el euro también explica, de alguna manera, el éxito económico español. Gracias al euro nuestra credibilidad internacional durante estos casi 10 años ha sido mayor y nuestros tipos de interés mucho más bajos. Lo que nos ha permitido crecer muy por encima de nuestros socios europeos. Es decir, las ventajas de estar en el euro son mucho mayores que las que obtendríamos si nos saliéramos de él como propone Munchau. ¿Por qué resulta difícil que España se salga del euro? 1º) porque esa opción no se contempla en ningún tratado europeo, 2º) porque la política monetaria del BCE y todo el mercado monetario está muy cristalizado y tiene difícil vuelta atrás, 3º) porque buena parte del éxito económico, de crecimiento y empleo, por ejemplo de España, se deben al euro y, 4º) al entrar en el euro se ha eliminado el riesgo del tipo de cambio, que ha permitido una gran accesibilidad de las empresas españolas a la financiación lo que les ha permitido su fuerte expansión en el exterior.

¿Que podemos hacer?

Desechada la posibilidad de abandonar el euro solo nos queda, por tanto, estabilizar los precios para dejar de perder competitividad que es la única manera que tiene la economía española de garantizar el crecimiento económico y el sostenimiento del empleo. Es decir, ante la imposibilidad de devaluar, la competitividad y el equilibrio exterior sólo son posibles a través de la estabilidad de precios, que sólo se puede alcanzar mediante estímulo a la competencia y reformas estructurales que permitan, a su vez, una mayor movilidad de los factores productivos y mayor flexibilidad de la economía. De no seguir este camino lo único que nos espera es una crisis como los que han tenido Japón, Italia y Portugal, durante diez años. Es decir, una recesión económica, en toda regla, con daños incalculables. Y entonces sí que habrá que hacer, durante muchos años, las reformas estructurales (a la japonesa) para ganar competitividad y poder así salir del “hoyo” en el que nos estamos metiendo.

Conclusión

Desde mi punto de vista, los costes de salirse del euro son mucho más elevados que los de quedarse. Es más, si alguno de los 15 países que formamos parte del euro decidiera salirse del euro la prima que pagaría sería enorme. Los costes de estar dentro del euro son muy inferiores a los costes de abandonarlo.

¿Sobrevivirá el euro a la crisis? ¿Debería España abandonar el euro?

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