10
Ene

Como señalaba ayer Juan Carlos, en la entrada anterior, el presidente venezolano Hugo Chávez dio ayer un paso significativo hacia la creación de lo que él llama «socialismo del Siglo XXI» al prometer nacionalizar las mayores empresas de telecomunicaciones y electricidad del país. Parece que Chávez, un aliado cercano y discípulo del dictador cubano Fidel Castro, planea reconstruir Venezuela a imagen y semejanza de Cuba donde el Estado debe ser el dueño de los medios de producción. ¿Pero que es una nacionalización? Nacionalizar es el acto por el cual una industria o servicio pasa a manos del Estado. El proceso de estatalización o nacionalización significa que los poderes públicos asumen la propiedad, el control, de actividades que antes se hallaban en poder de particulares (sector privado). ¿Quien defiende las nacioanlizaciones?


Las nacionalizaciones o estatizaciones han sido defendidas generalmente por las diversas variantes de la ideología socialista, como un medio de garantizar bienes y servicios más baratos a toda la población o también por razones de tipo estratégico. Muchos países han tenido industrias básicas y manufacturas militares estatizadas o nacionalizadas y es común en el mundo actual que algunos servicios y obras de infraestructura sean responsabilidad del Estado: agua corriente, electricidad, teléfonos, construcción y reparación de carreteras, hospitales, etc. Sin embargo, la gestión de estos servicios suele estar privatizada ¿Porque se privatizan? Porque la práctica ha mostrado que, en la mayoría de los casos, el sector público no es capaz de satisfacer adecuadamente las necesidades de los consumidores y que, por otra parte, se suelen acumular importantes déficit de gestión y pérdidas.

Los precios políticos, artificialmente bajos, son causa parcial de este último problema, en tanto que la falta de inversiones oportunas y de mejoras tecnológicas deterioran diversos servicios, produciendo en definitiva un resultado opuesto al que se busca. No han sido ajenos a estos problemas los criterios antieconómicos de la gestión pública de las empresas, especialmente en lo que se refiere a contratación y control del personal. Ante estos problemas, y ante los consejos de la mayoría de los economistas, que suelen desalentar la propiedad estatal salvo en el caso de los bienes públicos puros, las tendencias hacia la nacionalización se han revertido en los últimos años, asistiéndose desde hace muchos años y en muchos países del mundo a lo que se llama un proceso de privatización. Pero de las privatizaciones hablaremos otro día porque Chavez va en sentido contrario: las nacionalizaciones. Años después del colapso del comunismo y la apertura de los mercados por parte de los países ex-comunistas alrededor del mundo, Chávez parece estar llevando a Venezuela hacia la otra dirección, es decir, la nacionalización: expandiendo el papel del gobierno en la economía. Poco después de las elecciones, desveló planes para unir su coalición de partidos de centro e izquierda en un mismo partido controlado por el llamado Partido Socialista Unido de Venezuela, una decisión que, en opinión de los analistas, transformará al país en un Estado con un solo partido político. ¿A que te suena?

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